El Castro 54 es un precioso hotel de tan solo 4 habitaciones situado a tan solo 2 Km de Sada y unos 13 de Betanzos, en la provincia de la Coruña.
Hace un calor inmisericorde así es que por momentos me planteo seguir mi camino, pero de pronto recuerdo que Mondoñedo es el lugar de nacimiento de Alvaro Cunqueiro, un escritor al que leí con gran deleite en mi juventud. Recuerdo que me gustó especialmente su novela "Un hombre que se parecía a Orestes". También recuerdo haber leído las "Crónicas del Sochantre".
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| La catedral de Mondoñedo. |
Tampoco me acerco a la famosa confitería el Rey de las tartas, a pesar de lo mucho que me gustan los dulces. Me preocupa más, la verdad, la integridad física de Cooper que jadea de un modo alarmante, de modo que prosigo mi camino en coche hacia Betanzos.
En esta población vuelvo hacer una parada en el centro neurálgico de Betanzos, la Plaza de los Hermanos García Naveira, también conocida como plaza del Campo. Allí me siento un rato a descansar en un banco. Desde doy estoy sentada contemplo la estatua en recuerdo de los dos hermanos benefactores de la ciudad que tras emigrar a Argentina regresaron a su Betanzos natal y realizaron muchas obras benéficas y la fuente de Diana cazadora copia de una fuente del palacio de Versalles.
El edificio más importante de la plaza es sin embargo la Iglesia Convento de Santo Domingo. La iglesia alberga a San Roque patrono de la ciudad. Desde la Torre de Santo Domingo se lanza cada 16 de Agosto el Globo de San Roque, el globo de papel más grande del mundo.
Tras esta breve parada vuelvo a coger el coche y unos minutos más tarde llego, por fin, al hotel.
En cuanto bajo del coche pienso que es justo el sitio que andaba buscando. El silencio es total y frente al porche hay un bonita pradera para pasar agradablemente el resto del día. Me recibe Pilar, la propietaria del hotel, y Silviño su encantador perro.
De buena gana, me hubiese quedado allí toda la tarde hasta el día siguiente, pero en el hotel no dan comida ni cena, así es que al atardecer doy un paseo con Cooper hasta la famosísima fábrica de cerámica el Castro durante el cual descubro que los gallegos practican la misma costumbre bárbara de los asturianos de tener atados a sus perros y un poco más tarde, en coche, bajo a Sada a picar algo. Sada no me parece que tenga ningún interés, ni tan siquiera su playa, pero aún así doy un bonito paseo al borde del mar.
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| Atardecer en Sada. |
Al día siguiente tras el desayuno servido con el mismo mimo y buen gusto con el que está puesto el hotel, me voy con Cooper de excursión. En principio me planteo la posibilidad de ir a visitar la Coruña, pero al final me decido por un plan más apropiado para hacer en compañía de Cooper y me voy a dar un paseo por las Fragas de Eume, declaradas parque natural en 1997.
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| El río Eume. |
Hasta el 15 de Septiembre el camino que conduce hasta dicho monasterio está cerrado para los coches así es que Cooper y yo recorremos a pie unos 2km de los 6 que más o menos debe haber hasta el monasterio. En la entrada hay un puesto de alquiler de bicicletas (también de bicis eléctricas). Siento no llegar hasta el final pues tanto el monasterio como el enclave debe ser de gran belleza, pero yo no me siento con fuerzas de empezar la mañana recorriendo 12Km.
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| La torre de los Andrade. |
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El paseo por el casco antiguo me resulta encantador. Se respira tranquilidad pues ya quedan pocos turistas.
Tras deambular por sus callejas angostas y empinadas decido sentarme a comer un sencillo pescado con una ensalada en la terraza de un bar llamado Compostela. Y tras la comida sigo mi paseo hasta llegar a la Iglesia de Santiago.
Todavía me queda toda la tarde por delante; hay muchos más sitios para conocer por la zona, lo sé, pero yo quiero en estos días aprovechar para descansar y relajarme así es que decido volver al hotel a pasar la tarde. Eso si, antes me acerco a Miño, pues me apetece conocer la playa del mismo nombre que me dicen que es de las más bonitas de la zona.
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| La playa de Miño. |
Dejo el coche aparcado enfrente del Río Mandeo que atraviesa la villa, subo por La Puerta del Puente Viejo, una de las cinco puertas de la ciudad con un arco apuntado de estilo gótico.
Mi paseo termina en la Plaza de la Constitución. En ella se encuentra la Casa Núñez de estilo modernista, la torre del reloj, el edificio el Concello obra del arquitecto Ventura Rodríguez de estilo neoclásico y la iglesia dedicada a Santiago construida por el gremio de sastres en el S.XV. Fue justamente frente a esa iglesia donde hice un alto en mi paseo en la terraza de un bar que hay enfrente.
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| Iglesia de Santiago. |
Otra plaza muy bonita es la plaza de Fernán Pérez de Andrade donde se encuentra la Iglesia de Santa Maria de Azogue y la de San Francisco.
Antes de irme de Betanzos, compro un poco de empanada ya que en el hotel no dan cena. No se me olvida, por supuesto, que Betanzos es famoso por el pulpo y su tortilla de patata- de hecho hay todos los años un concurso de tortillas- pero a pesar de todo no me apetece mucho esta última porque la típica es de las que el huevo está muy poco hecho y francamente me gusta más hecha. De hecho me habían hablado de dos sitios para comer que parece ser que están muy bien, uno el Mesón El Pote y el otro el Restaurante La Pulpeira. Sin embargo, nada me apetece más que volver al hotel a pasar el resto del día en el jardín del hotel. Sospecho que Cooper es de la misma opinión.
Al atardecer sentados en el porche, vuelve a surgir una tertulia como la de la noche anterior con Pilar la dueña del hotel y los huéspedes de Alcalá de Henares aunque más breve que la de la noche anterior.
Y a la mañana siguiente tras el desayuno y las depedidas con propuestas incluidas de volver a reencontrarnos algún día, me voy con Cooper a proseguir mi viaje al que será mi siguiente destino, Meaño, en la provincia de Pontevedra.
Hotel El Castro 54.
Sada. La Coruña.
http://www.elcastro54.es/
Mesón El Pote. Betanzos.
http://www.mesonopote.com/
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| Cooper en la habitación del Hotel el Castro 54. |
