Viajes con mi perro

Feria del Libro. Madrid 2013.


"En aquel entonces, la literatura parecía serlo todo. En ella se buscaba fuerzas para vivir, señales para enfilar uno u otro camino, una revelación".
Viajes con Heródoto de R.Kapuscinski.
                                                                                        
Todos los años, casi como si de un rito se tratase, me acerco a la Feria del Libro que se celebra en el Parque del Retiro en Madrid. Desde hace 4 años Cooper me acompaña. Recuerdo que el año pasado a causa de las elevadas temperaturas, el paseo acabó por convertirse en una tortura para él. Para él y para mí, al observarlo jadeante y ligeramente agobiado por el calor.



Por eso ayer sábado, 7 de Junio, no dudé en acercarme a cumplir con el rito pues, y tal como está ocurriendo a menudo en esta inusual primavera madrileña, hizo un día gris y por momentos hasta frío y con amenaza de lluvia, lo que supuse que colaboraría a hacer el paseo más agradable.


Por eso, quizás, no esperaba encontrarme con tal afluencia de visitantes, muchos por cierto  acompañados por sus perros. Sin embargo, y a pesar de que no me gustan las multitudes, en modo alguno me sentí molesta por la presencia de tanta gente. Al contrario, me encantó ver que la Literatura y la afición a los libros es capaz de movilizar hasta tal punto a la gente. Creo recordar haber leído hace poco que en España cada vez se lee más, lo cual en medio de noticias que no invitan al optimismo, fue una noticia que me llenó de alegría.

Aunque soy una entusiasta de internet y las posibilidades que ofrece, mantengo intacta la emoción de mis primeros años como lectora al entrar en una librería y husmear entre la estanterías. Esa primera fase antes de la lectura propiamente dicha del libro elegido, en la que revuelvo entre los libros y me dedico a hojear, tocar, leer la contraportada y hasta oler los libros por los que me intereso, está llena de una emoción que es sólo el preámbulo de la que se apodera más tarde de mí si mi intuición no me falla y el libro elegido consigue interesarme.



Esa emoción no me abandona con el libro que acabo de comprar ya en el bolso, tal como me ocurrió ayer tras comprar dos. Uno, "El hombre que amaba a los perros" de Leonardo Padura.



Pues mientras me dedico a cualquier otra actividad- la de ayer pasear con los perros por la parte menos concurrida del parque- siento de fondo la ilusión de saber que llevo en el bolso un libro deconocido que constituye la promesa de lo que puede ser un futuro viaje de placer y de entretenimiento, conocimiento y aprendizaje.

Cuando llego a casa, vuelvo a realizar esa primera inspección que hice en la librería y cuando más tarde a la menor oportunidad me sumerjo, por fin, en la lectura propiamente dicha ¡qué felicidad experimento si el libro por la razón que sea consigue atraparme o interesarme!.



Y así, siempre acabo por concluir que la literatura constituye para mí una de las cosas por las que merece la pena vivir. Aunque cuando levanto la vista del libro y observo a Cooper dormitando cerca de mí, pienso:¡ La literatura...y los perros!!.

P.S: En mi paseo por la Feria, me encontré a una chica que solía atenderme en la Librería Rumor que cerró hace meses para disgusto de quien la frecuentábamos. Me comentó que había abierto una nueva en la Calle la Palma, 78 de Madrid a la que puso de nombre Atticus Finch en honor al personaje de la novela Matar a un Ruiseñor de Harper Lee :
 www.atticus-finch.es

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