En mis vagabundeos por el Norte de España son tantos los carteles que me encuentro indicando Camino de Santiago que a menudo me he sorprendido preguntándome si es que todo el Norte de España pertenece al Camino.
Pero hoy no tengo la menor duda: estoy en pleno Camino de Santiago. Todo me recuerda que es así. Por ejemplo, los muchos peregrinos que me crucé al llegar hasta este pueblecito llamado Población de Campos en la provincia de Palencia. También la cercanía, apenas a unos metros de aquí, de un Albergue de Peregrinos municipal regentado por las dueñas del Hotel Rural Amanecer en Campos donde pasaré esta noche. Y por supuesto, las personas que hasta hace un rato descasaban con los pies vendados en alto en el mismo patio de dicho hotel rural y desde el que ahora escribo esto.
A preguntas mías en el hotel me cuentan que estoy en pleno Camino de Santiago Francés, el cual comienza en Saint Jean Pied de Port y termina en Santiago de Compostela. Más tarde, en Google, busco información sobre el mismo, donde descubro que el Camino Francés consta de 31 etapas, siendo la quinceava en la que me encuentro ,que es la que va entre Boadilla del Camino y Carrión de los Condes.
http://caminodesantiago.consumer.es/etapa-de-boadilla-del-camino-a-carrion-de-los-condes
Son las 17h y hace apenas una hora que Cooper y yo hemos llegado desde Madrid. El hotel de tan solo 15 habitaciones está limpísimo y cuenta con un pequeño salón comedor y este patio tan agradable donde ahora Cooper y yo nos tomamos un breve descanso, antes de ponernos en marcha, para desde aquí hacer una excursión.
Hace una temperatura agradabilísima, unos 23º, y corre una brisa más dulce y agradable aún. Cooper dormita a mi lado emanando esa serenidad que se apodera de los perros cuando está en su elemento, que no es otro que el contacto directo con la Naturaleza. Así, plácidamente tumbado, me hace sentir a mí también tranquila y en paz.
Recobradas las fuerzas tras este descanso me preparo para ir a conocer Frómista. Llego a plantearme ir andando por la ruta del Camino que transcurre paralela a la carretera y que llega hasta esta localidad. Son sólo 4 Km, pero al final opto por la opción cómoda y me voy en coche.
En Frómista, aparco en la plaza Mayor donde se encuentra la estatua de San Telmo y me dirijo a visitar el monumento que me trae hasta aquí, la Iglesia de San Martín.
Fundada por doña Mayor de Castilla ,viuda de Sancho III de Navarra, fue edificada en torno al año 1066, siendo uno de los edificios románicos más bellos que se conservan en la provincia de Palencia. Fue restaurada por Aníbal Alvarez en 1904. Cuando llego está abierta, así es que entro a visitar el interior mientras Cooper, sin necesidad de que le diga nada, se tumba a esperarme fuera.
Más tarde ya en el exterior, paso un rato sentada en un banco admirando la iglesia. Mientras, Cooper juega con su último trofeo, un palo enorme. Me saludan muchos peregrinos y a esta altura empiezo a comprobar que es cierto eso del espíritu del camino que hace que la gente te salude abiertamente y esté más abierta, receptiva y solidaria.
Muy cerca de la iglesia, está la oficina de Información y Turismo donde no solo cojo información sino que además hablo un rato con un chico alemán que está pasando el verano como voluntario en Frómista.
Vuelvo a recoger el coche, pero antes entro en la Iglesia de San Pedro de estilo gótico fundada en el S.XV y con una portada renacentista proyectada por Juan de Escalante. La Iglesia de San Pedro también está abierta así es que entro en su interior. No ocurre lo mismo con la Iglesia de Santa Maria del Castillo donde se encuentra Vestigia, un montaje multimedia en tres dimensiones que recorre las historias, milagros y leyendas del Camino.
Salgo del pueblo y me dirijo a visitar el tramo del Canal de Castilla a su paso por Frómista. En la entrada de este blog en la que cuento mi estancia en Montealegre de Campos y mi visita a Medina de Rioseco (Junio del 2012) ya hablé de esta obra de ingeniería hidraúlica, gran sueño de la Ilustración que pretendía unir Segovia con el Puerto de Santander. Fue en 1751 reinando Fernando VI cuando, a instancias del Marqués de la Ensenada, se crea una comisión que estudia la viabilidad de desarrollar un proyecto de navegación interior, siendo dos años más tarde cuando Antonio de Ulloa presenta El Proyecto General de Canales de Navegación y Riego para los Reinos de Castilla y de León.
Las obras se iniciaron en 1753 en Calahorras de Ribas y se terminaron en 1849. El recorrido de esta vía es de 207 Km, estando dividido su recorrido en tres ramales. Para su construcción hubo que salvar un desnivel de 150 m. por lo que se construyeron 49 esclusas.
A esta hora el canal invita a dar un paseo por la senda que discurre a su lado, pero soy consciente de que lo primero que va a intentar Cooper es tirarse al agua lo que no creo que sea del agrado de las propietarias del hotel, así es que nos volvemos al coche y me dirijo a Támara de Campos, un pueblo situado a 8 Km., y cuya visita me recomendaron las propietarias del hotel.
El camino completamente recto discurre entre campos de trigo que ondean al ritmo que marca el viento mientras las golondrinas lo sobrevuelan. El espectáculo que ofrece el campo, solitario, a esta horas me parece suficientemente bonito sin necesidad de hacer más visitas, hasta el punto de que por momentos pienso en conformarme con este paseo y ni tan siquiera entrar en el pueblo, pero afortunadamente cambio de opinión. Y digo afortunadamente, porque la visita a Támara me resulta encantadora.
A la entrada del pueblo, me encuentro a un grupo de señoras disfrutando de esta tarde soleada. Me cuentan que ha sido un invierno muy duro en lo meteorológico y me advierten que con toda probabilidad me voy a encontrar la Iglesia de San Hipólito ya cerrada. Me acerco a la fuente renacentista y atravieso el arco de Támara con un tramo de la muralla del S.XI y subo la calle del Caño que desemboca en una placita justo enfrente de la Iglesia de San Hipólito. Descubro que efectivamente está ya cerrada; parece ser que en su interior acoge un órgano, varios retablos barrocos y un coro de estilo flamígero, pero tendré que conformarme con visitarlo en otra ocasión.
El hotel es muy acogedor y tiene un porche muy agradable donde tomo queso con pan y un membrillo casero que está buenísimo.
Desde la terraza tengo una bonita vista del antiguo Hospital de Peregrinos donde hoy se encuentra el Ayuntamiento.
Tras merendar, subo hasta allí donde me encuentro uno de los pocos habitantes que debe haber en el pueblo.
Iglesia Capilla del Hospital de Peregrinos. |
Fuente del Caño |
A la mañana siguiente, llega al hotel un peregrino que no está hospedado en el mismo, pero que desea desayunar allí. Con ese espíritu de solidaridad y cercanía que parece reinar en el Camino, enseguida se pone hablar conmigo. Me cuenta que es mejicano pero que vive en Canadá y que está haciendo el Camino en su totalidad desde Saint Jean Pied de Port. Le pregunto si cree que podría plantearme hacerlo con Cooper y me responde rotundamente que no, pues entiende que un perro necesita dormir muchas horas al día y le parecen etapas demasiado largas. La verdad es que yo vi a una señora francesa haciendo una etapa con un border collie y sentí por él algo parecido a la piedad. Aunque quizás, quien sabe, igual hacían etapas cortas.
Y ahora si, me despido ya de Carmen que fue quien me atendió en mi estancia en Amanecer de Campos y cojo el coche para dirigirme a Gijón, mi destino final, aunque antes tengo previsto hacer una parada en Carrión de los Condes.
Por el camino hacia esa localidad pienso en lo agradable que ha sido mi estancia en Población de Campos en parte supongo que debido a lo agradable que es el hotel y las personas que lo atienden.Y vuelvo a pensar en esa rara mística que parece haber alrededor del camino y en la que de algún modo me he visto envuelta. Y pienso en aquello que escribió el teólogo Miret Magdalena y que ya mencioné en una entrada de este blog de que para él, tener fe era estar abierto al mundo y a los otros. Según esa definición yo tengo fe y también los peregrinos que surcan los caminos hacia Santiago y me digo por qué razón la gente cuando deja de hacer el camino no continúa con esa actitud abierta hacia los demás y el mundo.
Y pienso que quizás estos viajes que hago con Cooper me gustan tanto precisamente por eso, porque me dedico a recorrer los caminos con la actitud de un peregrino. Y me digo que al fin y al cabo eso es lo que somos todos en nuestro deambular por la vida. Y el Camino, de pronto, se me aparece como una metáfora de nuestra existencia y así riéndome de mi misma por lo cursi y obvio de mis pensamientos, comparaciones y metáforas llego sin apenas darme cuenta a Carrión de los Condes.
En esta localidad decido cederle el protagonismo a Cooper lo que sé que pasará sin duda por acabar indefectiblemente en el río Carrión que atraviesa el pueblo. Le dejo que me lleve él y de este modo pasamos primero por delante de la Iglesia Santa Maria del Camino, una iglesia románica de finales del S.XI que conserva la fachada meridional porticada.
Y desde ahí llegamos a la Plaza Mayor que tiene dos lados con soportales y donde se encuentra el Ayuntamiento y la Iglesia de Santiago una preciosa iglesia románica construida a mediados de S.XII cuya fachada resume iconográficamente la revelación apocalíptica de Juan Evangelista en Patmos.
En el interior hay un Museo de Arte Sacro. Es allí donde se encuentra también la Oficina de Información y Turismo, pero nada de eso le interesa a Cooper que con decisión me aleja de allí y me lleva hasta el río donde no duda en pegarse un baño.
Tras el chapuzón de Cooper, y antes de tomar la carretera que me llevará a Gijón, todavía hago una parada para visitar el Monasterio de San Zoilo con su impresionante claustro plateresco que tantas veces he admirado en fotografías.Ya en el interior del Monasterio le pido a la chica que está en la taquilla si puedo a dejar a Cooper un momento mientras entro a visitarlo, pero me encuentro con un no tan rotundo que no ofrece la menor duda, así es que me voy sin visitarlo. Y por fin un par de horas después llego a Gijón. El camino hasta allí me depara paisajes espectaculares con montes nevados entre un paisaje de un verde exuberante, así es que llego a esa ciudad llena de optimismo y energía donde según mis previsiones pasaremos los dos próximos meses.
Hotel Amanecer en Campos. Población de Campos (Palencia):
Tel. 979 811099/625 469 326/685 510 020.
http://www.amanecerencampos.com/
También admiten perros:
En Frómista:
Hotel Doña Mayor.
http://www.hoteldonamayor.com/
En Támara de Campos:
Hotel San Hipólito. Tel. 979 810492
http://www.sanhipolito.com/