Hace tiempo que tengo mucho interés en conocer esa zona, pero para mí la excursión también tiene el aliciente de volver a ver a mis amigos a los que hacía tiempo que no veía.
Siempre me encantó la definición que el teológo Miret Magdalena dio de la fe. "Tener fe, escribió, es estar abierto al mundo y a los otros".
Y Valentín Fuster, el famoso cardiólogo, escribió que "comunicarse es transmitir la realidad de uno mismo, la verdad de uno. De la manera que se quiera y se pueda, pero se trata de exteriorizar lo que se lleva dentro. Esto para mí es la comunicación. El hablar del tiempo, de la última noticia, no es comunicación. La comunicación a la que yo me refiero consiste en la abertura del individuo en su profundidad anímica, en una transmisión de sinceridad que conecta con la amistad y el amor o el apoyo afectivo. El salir del aislamiento y de la coraza personal es lo que proporciona paz interior".
Con ese espíritu comunicativo y abierto me reúno con mis amigos.
La primera parada de nuestra excursión tiene lugar en Navacerrada para dar un paseo por el embalse del mismo nombre situado junto a dicho municipio. Para mí constituye una agradable sorpresa enterarme por mis amigos que el Ayuntamiento ha acondicionado los caminos que rodean al pantano facilitando así la realización de rutas de senderismo que rodean todo el embalse. Imagino que debe ser una delicia dar un paseo por allí en un día caluroso.
Hace mucho frío, lo que no impide que Cooper se dé el primer chapuzón del día, hasta el punto de que cuando volvemos a coger el coche para ascender al Puerto de Navacerrada empieza a nevar.
Nuestra segunda parada tiene lugar ya en la denominada Boca del Asno un precioso paraje entre pinares por donde transcurre el río Eresma y que se encuentra al finalizar la zona conocida como las Siete Revueltas bajando de Madrid hacia Segovia desde el Puerto de Navacerrada.(desde Madrid tomara la A6 hasta Villalba y allí la M-601 hacia el Puerto de Navacerrada). Muy cerca se encuentra el pueblo de Valsaín.( http://www.laquerenciadevalsain.es/la-agonia-de-una-madera-historica/)
Cuando llegamos está lloviendo débilmente pero poco me importa porque el sitio me pareció maravilloso. La llovizna refresca el verde de los pinares, pero se agradece, además, porque hace que nos encontremos solos cuando al parecer el problema de este hermoso paraje es que suele haber overbooking debido a su proximidad a Madrid.
¡Y qué delicioso resulta caminar envueltos por el rumor del agua del río Eresma que baja a raudales!!!
Tras el paseo, muertos de frío, nos tomamos una tortilla de patata en un área recreativa que hay al principio de la senda y aún con el frío en el cuerpo nos acercamos a la Granja de San Idelfonso que está muy pocos kms., en la provincia de Segovia, para tomar un café que nos entone. Elegimos un café con mucho encanto que se llama La Casita Americana.
Entre los monumentos de La Granja se encuentra la Real Fábrica de Cristal donde ahora existe un interesante Museo del Vidrio. Pero, sobre todo, es famoso su Palacio Real; famoso por sus jardines trazados al estilo francés con un importante conjunto escultórico de fuentes, estatuas y otros motivos inspirados en Versalles. Fue Felipe V quien en 1720 promovió la construcción de este palacio al estilo de la corte versallesca de su abuelo Luis XIV.
En las dependencias privadas del palacio, se conserva una espléndida colección de tapices. La colegiata, decorada al estilo barroco, acoge en su interior el sepulcro de Felipe V y su segunda esposa Isabel de Farnesio.
Esta mujer culta e inteligente consiguió que a la muerte de Felipe V, América y el territorio peninsular pasaran a Fernando VI, hijo del primer matrimonio de FelipeV con Maria Luisa de Saboya. En 1759 a la muerte de su hijastro sin descendencia ejerció la regencia española a la espera de que su hijo Carlos, futuro Carlos III, regresase de Nápoles para ocupar el trono. Tras este breve período de gobierno, se retiró precisamente a su residencia en la Granja hasta su muerte acaecida en 1766.
Lo visité hace años en otoño y me pareció maravilloso, pero en esta ocasión no nos permiten entrar por causa de Cooper, así es que damos un paseo por el pueblo y tras tomar el café nos dirigimos a dos pueblos muy cercanos, Torrecaballeros y Torre Val de San Pedro.
Yo tenía mucho interés en acercarme al primero pues hace tiempo estuve buscando por la zona hoteles que admitiesen perros y el único que encontré estaba justamente allí por lo que tenía interés en acercarme a conocerlo personalmente. El hotel se llama el Rancho de la Aldegüela y fue para mí una gratísima sorpresa.
El Rancho es un complejo hotelero edificado en una antigua finca agrícola del S.XVII y que, además del hotel de 4 estrellas, consta con un restaurante, salones para fiestas, tienda de alimentación y una tienda de regalos y galería de arte africano que nos encantó : http://www.fincaelrancho.com/dormir-en-el-rancho/
Como no acabo de creerme que dejen a entrar a Cooper, lo saco del coche y atravieso todo el complejo hotelero hasta llegar a la recepción donde una mujer encantadora me confirma que se admiten mascotas y me invita a seguir curioseando con Cooper por el hotel que además tiene spa. De pronto, me viene a la memoria que cuando llamé por teléfono para pedir información me dijeron que en el precio de la habitación iba incluido una sesión en dicho spa.
Volvemos al coche. En un par de horas hemos pasado de un día gris y lluvioso a una tarde soleada. Desde el coche contemplo el cielo que a medida que ha ido cayendo la tarde ha ido pasando de un color gris a un azul limpísimo y unas nubes imponentes que me hicieron recordar un poema del poeta polaco Adam Zagajewski que empezaba así:
"Fue una de aquellas tardes, cuando las nubes, imponentes como barcos transoceánicos, luchaban fraternalmente con el sol y la intensa luz, una luz implacable de junio, cedía a los constantes cambios y filtraciones…"
Quizás animados por este cambio metereológico, decidimos seguir visitando más sitios y retrasar el regreso a Madrid.
Todavía en la provincia de Segovia, nos dirigimos a Navafría una localidad de poco más de 340 habitantes, regada por el río Cega, afluente del Duero.
Atravesamos esta localidad y nos dirigimos al Pinar de Navafría en donde se encuentra la Cascada del Chorro. Dejamos el coche al lado de un parque recreativo del mismo nombre con actividades de riesgo y que hoy está cerrado y subimos hacia la cascada. Aquí también estamos solos. Poco a poco y ya un poco cansados, subimos hasta encontrarnos con la cascada que ofrece un espectáculo impresionante.
Mientras bajo hacia el coche observo como el sol se filtra entre los árboles, y me viene a la memoria aquello que dijo el poeta Michael Krüger de que no vale la pena tanta angustia por ser más que otros o por tener más, pues vamos a vivir menos que esos árboles.
Ahora si que pensamos en el regreso. Vamos desde Navafría (Segovia) hasta Rascafría (Madrid) pasando por Lozoya y el embalse de Pinilla.
Por el camino, todavía hacemos dos breves paradas, una en la denominada área recreativa el Mirador(http://todosobremadrid.com/que-ver/area-recreativa-el-mirador) y otra en Rascafría en la llamada área recreativa la Isla(http://todosobremadrid.com/que-ver/area-recreativa-la-isla), muy cerca del famoso Monasterio del Paular.
Cuando regresamos a Madrid ya es de noche. Estoy cansada, pero muy contenta de haber conocido tantos sitios bonitos para pasear con perro a no muchos kilómetros de Madrid capital.
Pero el día todavía iba a darme una agradable sorpresa, pues al llegar a casa descubro un hotel que acepta perros en Navafría y otros dos en Rascafría. Y me alegra pensar que quizás algún día me pueda regalar un día de relax en alguno de ellos.
En cuanto a Cooper regresa con un aspecto deplorable y hediondo que supongo que por otra parte es el de un perro feliz...
Hotel que admite perros en Torrecaballeros (Segovia):
Hotel el Rancho de la Aldegüela.
Plaza del Marqués de Lozoya1-2-3
40160 Torrecaballeros-Segovia
Tfno: 921 401060
http://www.fincaelrancho.com/dormir-en-el-rancho/
Hotel que admite perros en Navafría(Segovia):
Posada Mingaseda.
Campillo,12.
40161. Navafría
Tfno.921 506902
http://www.posadamingaseda.com/
Hoteles que admiten perros en Rascafría (Madrid):
Hotel Sheraton Santa Maria del Paular.
Carretera M-604, Km 26,5
28741 Rascafría, Madrid.
Tfno.918 691011
http://www.sheratonelpaular.com/
Posada el Campanario.
Calle del Amargura,11
28740 Rascafría. Madrid
Tfno.:918 691756
http://www.posadaelcampanario.com/