Viajes con mi perro

Hotel La Sinriella. Villamejín.Senda del Oso. Asturias





El Hotel La Sinriella se encuentra en Villamejín un pueblo situado a 330 metros de altitud y a tan solo dos kilómetros de Proaza, la capital del concejo. Situado en una ladera desde la que se divisa el valle de Proaza, el hotel cuenta con seis habitaciones y un pequeño restaurante donde sirven el desayuno y la cena bajo reserva.


 Son muchas las rutas de senderismo que pueden hacerse desde Villamejín (una de las más conocidas es la que llega a la Collada de Aciera desde donde al parecer hay una magnífica vista sobre el Valle de Proza; también se puede ascender hasta la cumbre de La Forcada que se divisa desde el hotel), aunque el motivo por el que yo me acerco hasta allí es el de pasar un par de días de tranquilidad alejada del bullicio que este verano del 2016 se respira en un Gijón lleno hasta la bandera de turistas.





Por eso, lo primero que hago en cuanto dejo la maleta en mi habitación es salir a dar un paseo en compañía de Cooper por los alrededores del pueblo. En cuanto camino unos metros me doy cuenta que es el lugar perfecto para encontrar la paz que estoy buscando y apenas pasado unos minutos empiezo a notar los efectos benéficos que caminar sola en compañía del bueno de Cooper produce siempre en mi ánimo.




Tras el paseo, me acerco al pueblo donde charlo un buen rato con una anciana encantadora que está sentada a la puerta de su casa. En el pueblo hay muchas casas de arquitectura tradicional y alguna casona asturiana como el Palacio de Villamejín  y la Casa de Garcia Argüelles, además, por supuesto, de varios hórreos.




Es todavía de día cuando regreso al hotel y aunque me quedo sentada en la entrada del mismo disfrutando de la calma del atardecer, en cuanto cae la noche decido retirarme a mi habitación pues al día siguiente, por la mañana temprano, tengo proyectada hacer una excursión a la Senda del Oso, una antigua vía férrea que se ha convertido en vía verde aprovechando el trazado del antiguo ferrocarril minero que transportaba el carbón de las minas de Quirós y Teverga hasta Trubia.



Así es que al día siguiente me dirijo con Cooper en coche a Proaza y aparco enfrente de la central hidroeléctrica(1968), ejemplo de arquitectura industrial y obra del artista asturiano Joaquin Vaquero Palacios. La senda es una ruta ciclo turista y de hecho hay varios puntos de alquiler de bicicletas a lo largo de la misma uno de ellos precisamente al lado de la mencionada central.

En realidad, la senda tiene forma de Y y comienza en Tuñón siendo la primera etapa la que une esta localidad con Proaza. Este primer tramo de la senda es de 6 kilómetros y parte del área recreativa de Tuñón continuando hasta Villanueva, muy cerca del famoso Desfiladero de las Xanas (la ruta de las Xanas fue declarada Monumento Nacional en el 2002) hasta llegar al Área recreativa de Buyera donde se encuentran en régimen de semilibertad las osas Paca y Tola.


Pero en esta ocasión, yo me he marcado como objetivo hacer la etapa que va desde Proaza hasta llegar a un pueblo que se llama Caranga de Abajo lo que suponen unos 4km de ida. Es a la altura de este pueblo donde la senda se bifurca, pudiéndose llegar a Entrago (Teverga) por un ramal o bien a Santa Marina(Quirós) por el otro.



A esa hora la senda está vacía y en sombra, de modo que tanto Cooper como yo la cogemos con mucho entusiasmo, pero poco a poco y según empieza a apretar el calor voy observando a Cooper aflojar la marcha hasta el punto de que por momentos me planteo dar la vuelta, pero finalmente decido adecuar mi paso al de él e incluso hacer algún alto en el camino y finalmente divisamos Caranga de Abajo. El camino discurre al lado del río Trubia, entre vegetación exuberante, tramos bajo túneles y otros tramos tallados en roca. Especialmente bonito es el desfiladero de Peñas Juntas.




Finalmente y no sin cierto alivio, empiezo a divisar los tejados de Caranga de Abajo...



Me adentro en el pueblo, y enseguida localizo el Bar Merendero la Casa del Cura que según parece es el único bar del pueblo y que tiene merecida fama pues se come muy bien y es un sitio muy agradable. Cuenta, además, en su carta con un plato que no es fácil encontrar en los restaurantes asturianos que es el pote de castañas. Por momentos me siento tentada a pedirlo, pero finalmente y teniendo cuenta el calor y los 4 Km que tengo que recorrer para volver a Proaza, me decanto por algo más ligero.


Paso un buen rato tumbada en una hamaca en el jardín, antes y después de comer, con la esperanza de que baje algo la temperatura y por fin, iniciamos el regreso a Proaza.


A la vuelta Cooper decide darse un baño en el río Trubia lo que supongo le hizo la vuelta más llevadera.


Esa tarde cometo el error de acercarme al monte cercado en el que se encuentran las osas Paca y Tola que actualmente comparten cercado con Furacu y donde viven al amparo de la Fundación Oso de Asturias desde 1996. El calor bochornoso, probablemente debido al altísimo grado de humedad, convierte el camino hasta allí a esas horas en una verdadera tortura. Afortunadamente Cooper vuelve a pegarse un chapuzón aprovechando una bajada que hay junto al río al lado del cercado.

Por otro lado, no puedo evitar sentir algo de pena por los osos aunque cuando leo que están allí por haberse quedado huérfanos a causa de un cazador furtivo a la edad de 5 meses, no puedo menos que pensar que han tenido mucha suerte. Por otro lado, cuentan con una superficie de monte de más de cuatro hectáreas.  Furacu me inspira algo de ternura pues me recuerda a Cooper cuando la observo zambullisrse en el agua y unos minutos después cuando la observo echar a correr sin motivo aparente hacia un lado del cercado y luego descubro que es porque ha escuchado el ruido del motor de su cuidador que le trae la comida. Parece un perro grandullón y torpe como Cooper.(En Proaza, se encuentra La Casa del Oso que cuenta con una exposición permanente sobre esta especie animal).

Para llegar hasta allí he ido en coche desde Proaza hasta el Área Recreativa de Buyera donde hay un parking, una piscina, juegos para niños y creo recordar que un bar. Comprendo que es un sitio estupendo para ir con niños, pero el resultado es que hay mucha gente, así es que en cuanto observo un rato a los osos me vuelvo encantada a disfrutar de la paz de Villamejín.

Cooper descansando a la entrada del hotel.

Al día siguiente, decido acercarme a conocer el famoso tejo milenario de Bermiego. El tejo fue un árbol sagrado para los astures. El de Bermiego, pertenece a la especie taxus baccata y fue declarado Monumento Natural el 27 de abril de 1995 y está considerado como el más antiguo de Europa. Posee un tronco de más de 6 metros de perímetro y una altura de 15 metros.

Tengo mucha ilusión en hacer esta excursión que resulta mucho más bonita de lo que esperaba porque para llegar a Bermiego, en el Concejo de Quirós, tengo que ir por la AS 229 que discurre junto al El Embalse de Valdemurio que en ese momento está precioso. Pienso en lo bonito que debe estar al atardecer, pero me conformo con dar un paseo y hacer fotos con más sol del que le conviene a una buena fotografía. Fue precisamente éste uno de los sitios donde se rodó la película "¿Para qué sirve un oso?" (2011) escrita y dirigida por Tom Fernández.




En el embalse, además de una amplia zona verde y un aparcamiento, se encuentra El Área de Turismo activo de Valdemurio que cuenta con un servicio de alquiler de canoas y bicicletas.



El Embalse de Valdemurio.
Tras dar un paseo a pie vuelvo a coger el coche y cojo la desviación que lleva a Bermiego que se encuentra a 700 metros de altitud en la falda de la Sierra de Aramo. La carretera asciende durante más de 4 kilómetros con curvas pronunciadas; menos mal que no hay tráfico, yo por si acaso subo tocando el claxon en cada curva...


La tensión que me produce la fuerte subida se ve recompensada en cuanto llego al pueblo pues el paisaje es simplemente impresionante.


Solo hay una cosa que empaña mi felicidad y es el calor que hace ese día. Encima en cuanto me adentro en el pueblo, descubro que el tejo está situado en las afueras del mismo, aproximadamente a un kilómetro de distancia, y para llegar hasta allí tengo que recorrer un camino precioso pero que a esas horas y a causa de las altas temperaturas se me hace por momentos insufrible, sobre todo por el pobre Cooper, así es que recorremos el camino haciendo paradas a la sombra hasta que finalmente llegamos al recinto de la Iglesia de Santa María donde se encuentra el tejo.


Contemplo el tejo pensando en todos los acontecimientos de los que habrá sido testigo durante los 2000 años de vida que le atribuyen los expertos...Y me quedo allí un rato disfrutando de la paz del lugar, del silencio del viento..."Dejad hablar al viento, es el Paraíso"... (Ezra Pound).


Más tarde y  antes de regresar Villamejín, me doy un paseo por el pueblo que cuenta con muchos hórreos, algunos decorados, y paneras.




Mientras Cooper se refresca en la Fuente del Choao, me cuenta un vecino del pueblo que, además del tejo hasta hace muy poco, Bermiego contaba también con un roble milenario que estaba cerca de la Capilla de San Antonio, pero que se ha ha caído no hace mucho a causa de un temporal de lluvias.


Ahora estoy en el único bar del pueblo tomando un poco de pan con queso y pensando en mi siguiente destino, la Colegiata de San Pedro de Teverga del siglo XI en La Plaza (Concejo de Teverga). Ha sido declarado Bien de Interés Cultural y es famosa por los dos cadáveres momificados que alberga, las famosas momias de Teverga, pertenecientes al abad de la colegiata y a su padre el Marqués de Valdecarzana.

También busco información en el móvil sobre San Melchor de Quirós de cuya existencia acabo de enterarme por un cartel pegado en un hórreo anunciando las fiestas que tuvieron lugar en su honor el 28 de Julio. Parece ser que San Melchor (Cortes/Quirós,1821/1858) es el único santo asturiano hasta la fecha...Me viene a la memoria el refrán que dice: "El asturiano vano, loco y mal cristiano". Pero, de pronto, mis pensamientos se ven interrumpidos por un whatsapp cuyo contenido aconseja mi regreso a Gijón...Así es que recojo el equipaje del hotel e inicio el regreso, eso si, con muchas ganas de volver para seguir descubriendo esta zona y tras una breve parada en la iglesia prerrománica de Santo Adriano de Tuñón que, desafortunadamente, está cerrada pongo rumbo a Gijón...

Santo Adriano de Tuñón.

Hotel La Sinriella
Teléfono 985 761 224/610 857 506
http://lasinriella.es/

La Casa del Cura:
Teléfono: 985 76 15 65

Casa del Oso:
http://www.proaza.es/museos-y-patrimonio

Alquiler de canoas y bicicletas:
http://www.deporventura.es/bicicletas/bicicletas.html
http://www.deporventura.es/canoas/canoas.html

También admiten mascotas:

Apartamentos Rurales Blanca:
Páramo. Teverga.
http://apartamentosblanca.com/web/

Apartamentos Rurales LÁrboléu de Traspeña
http://www.larboleu.es/

Casa Presentina
Proaza
http://www.capresentina.com/

Ca María Fayas
Proaza
http://www.camaria.es/

El Molín de las Xanas. 
Las Xanas. Villanueva.
http://elmolindelasxanas.com/

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