Cañón del Sil
Mirador de Cabezoas
monasterio de San Estevo
Ribeira Sacra.
Casal das Bouzas. Os Peares. Orense.
El apartamento está muy limpio y nuevo. Tiene un dormitorio, una pequeña cocina y un salón con un sofá cama, y una terraza por delante de la cual discurre majestuoso el río Miño.
Cooper camina desde el edificio del hotel hacia nuestro apartamento. |
Os Peares visto desde el hotel. |
Se encuentra en el pueblo llamado Os Peares entre la frontera entre Lugo y Orense; en él confluyen tres ríos Miño, Sil y Búbal y es el punto de inicio de la región conocida bajo el nombre de la Ribeira Sacra.
La Ribeira Sacra es una extensión de aproximadamente 700 km2 que comprende las tierras bañadas por los ríos Miño y Sil. En El Cañón del Sil, el río discurre encajonado dando lugar a paisajes de gran belleza. Es más angosto que el del Miño con paredes verticales de gran espectacularidad; a lo largo de la carretera hay diferentes miradores con una vista impresionante. Así mismo los embalses de Belesar, Santo Estevo y San Pedro remansan las aguas de ambos ríos permitiendo la navegación en catamarán. De los cuatro servicios de catamaranes que existen hay uno que sale del embarcadero de Santo Estevo en el embalse del mismo nombre y que se encuentra a unos 3Km del pueblo, el recorrido dura aproximadamente 90´. Yo ni tan siquiera me acerco al punto de salida pues en el hotel me informan que estuvo hospedada una pareja que quiso hacer dicho recorrido con un perro mucho más pequeño que Cooper y no se lo permitieron.
El término Ribeira Sacra, parece que hace referencia al gran número de monasterios que poblaban las riberas de los ríos. Los primeros asentamientos religiosos comienzan en el S.VI con la llegada de ermitaños atraídos por un entorno cuyo paisaje y clima propiciaban un entorno ideal para el recogimiento y la oración. Con la desamortización de Mendizábal los monasterios fueron abandonados hasta que en 1923 fueron declarados Patrimonio Histórico Cultural comenzando su recuperación. Hoy en día se contabilizan en la zona dieciocho monasterios medievales.
Parador de Santo Estevo. |
Para llegar hasta él tengo que hacer un recorrido en coche por una carretera empinada y con muchas curvas y una vegetación exuberante. Imagino que en otoño debe ser una maravilla.
Cooper frente al Parador de Santo Estevo. |
Desde el Parador, me acerco en coche hasta el Mirador de Cabezoas; se trata de una estructura metálica a 600 metros del río y aunque la vista es espectacular dada mi tendencia al vértigo decido no permanecer allí mucho tiempo. Sé que hay más miradores a lo largo del camino, pero me da miedo que me pille la noche al volante y decido regresar.
La vista desde el Mirador de Cabezoas. |
Antes de retirarme al hotel, me dentengo en Penalba para concer el Hotel O Remanso dos Patos donde tomo una cerveza y algo de cena. Con esta parada me reafirmo en que efectivamente Cooper y yo estamos mejor en el otro hotel, pues aunque este tiene más habitaciones solo tiene una terraza a su alrededor por lo que creo nos sentiríamos un tanto encajonados.
A la mañana siguiente descubro encantada que los meteorólogos siguen sin acertar en sus previsiones- vuelve hacer un día caluroso y soleado- por lo que aprovecho para acercarme a conocer Orense que se encuentra a 25 Km. Tomo la N-120 que discurre paralela al Miño y en menos de media hora me encuentro en Orense. Dejo el coche en un parking que hay en la calle Juan XXIII y enseguida me encuentro en la Rúa do Paseo.
Cooper tomándose un descanso en las escalinatas de los Jardines del Padre Feijoo. |
Y enseguida llego a la Plaza Mayor.
La plaza está presidida por la Casa Consistorial y muchas de sus casas tienen balcones y galerías.Y en tres de sus lados, tiene soportales de los siglos XVII, XVIII y XIX.
En un lateral de la plaza se encuentra la iglesia de Santa María Nai en lo alto de una escalinata de piedra en el que fue el probable emplazamiento de la antigua catedral; de la primera basílica solo quedan unas columnas de mármol en la fachada. Fue reconstruida en 1088 y posteriormente rehecha a principios del S.XVIII en estilo barroco. Al lado se encuentra el edificio que alberga el Museo Arqueológico Provincial (SXII-XVII).
Cooper en la escalinata que asciende hasta Santa María Nai. |
Viéndoles bailar me viene a la memoria aquello que escribió Cesare Pavese en "El Oficio de Vivir, El Oficio de Poeta":
"El verdadero raté (fracasado) no es el que no tiene éxito en las grandes cosas-¿quién lo ha tenido nunca?-sino en las pequeñas. No llegar a construirse una casa, no conservar a un amigo, no contentar a una mujer: no ganarse la vida como todo el mundo. Ese es el raté más triste".
Todavía conmovida me acerco a visitar lo que para mí supuso una auténtica sorpresa, me estoy refiriendo a las conocidas como As Burgas que es como se denominan a unos manantiales de aguas termales y mineromedicinales que se localizan en el centro de la ciudad. Constituyen uno de los símbolos de la capital de Orense que se ha llamado Ciudad de las Burgas. Son tres en total y fueron declarados Conjunto Histórico Artístico en 1975. El agua mana a una temperatura de 67º que ya era aprovechada por los romanos.
Burga de Arriba. |
Llama la atención su aspecto de fortaleza a modo de castillo (el obispo era el señor feudal así es que tenía que protegerse de los ataques). Me pareció precioso el Pórtico del Paraíso del siglo XIII que conserva la policromía original y que sigue el modelo del Pórtico de la Gloria del Maestro Mateo.
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De vuelta al hotel comento a la chica que lo atiende la sorpresa que me ha producido la existencia de As Burgas en pleno casco histórico y me cuenta que además de las fuentes y estación termal de As Burgas hay una ruta de las termas al lado del Miño, entre el puente del Milenio y la pasarela de Outariz.
Lamento la incompetencia de la chica que me atendió en a Oficina de Información y Turismo que nada me dijo al respecto; en realidad, no me dijo nada sobre nada. Pero aunque me planteo regresar al final de la tarde para hacer la ruta de las termas prefiero pasar lo que queda del día en el jardín del hotel y sólo al final del día me acerco a Os Peares para ver de cerca el puente de hierro que permite atravesar el río Sil en el punto en el que se une con el Miño. La que no consigo atravesarlo soy yo, aunque lo intento, pues de vez en cuando pasa un tren de media distancia paralelamente al camino que hay para el paso de peatones y he notado hasta que punto altera a Cooper el ruido, él que siempre se muestra imperturbable.
En lugar de eso charlo con un señor que me habla de un pasado más fructífero del pueblo
- "Os Peares está muerto", afirma en un tono teñido de cierta nostalgia.
Antes de retirarme al hotel ceno- en el hotel no sirven cenas- en el único bar del pueblo. Con mi tendencia a idealizar la vida rural, doy por supuesto que la señora que me atiende me va a deleitar con una comida casera, rica y barata, pero la verdad es que no puedo aplicar ninguno de esos calificativos a la cena que me sirvió. Tras la cena me retiro al hotel para mañana a primera hora, hacer la última etapa de este viaje que me llevará hasta un pueblecito de Portugal.
Hotel Casal das Bouzas.
Teléfonos: 988 777023 /646 679 068.
http://casaldasbouzas.com/
Hotel O Remanso dos Patos.
Teléfono: 988 777023/690 052 092
http://www.oremansodospatos.com/
Establecimientos que admiten perros en Orense:
Apartamentos Lepanto.
Rua Lepanto, 5
Eurostars Auriense.
Teléfono: 988 234 900
http://www.eurostarsauriense.com/
En Celanova a 23 Km. de Orense:
Hotel Jardines Pazo a Fabrica
https://jardinespazoafabrica.es/
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