Viajes con mi perro

Hotel Torre de Uriz. Uriz (Navarra)

De camino hacia Roncesvalles.

Tras pasar un noche en Tudela, nuestro siguiente destino es Uriz, un pueblecito de apenas 10 vecinos entre los que se encuentran los propietarios del Hotel Torre de Uriz donde tenemos pensado pasar las dos noches siguientes. Había leído muchas críticas elogiosas de este hotel por lo que las expectativas eran muy altas, pero lejos de decepcionarme el hotel me pareció simplemente perfecto.


Consta de dos edificios que están conectados, una defensiva torre medieval y una antigua casona que han sido rehabilitados respetando la estructura original y empleando sobre todo madera y piedra que dan calidez al ambiente. Pero, con todo, una de las cosas que más me gustó es como está decorado de un modo sencillo y cálido, pero sin restar protagonismo a la magnífica rehabilitación. El hotel solo cuenta con seis habitaciones.


Otra cosa que me encantó es el entorno donde está ubicado; hasta el pueblo es bonito, con muchas casas con escudo. Me encontré, además, con que justo enfrente hay una hermosa pradera donde Cooper pudo corretear antes de meterse en el coche, además de cumplir con sus necesidades fisiológicas. Para alguien que no viaja con perro estas cosas no son relevantes, pero para mí a la hora de buscar hotel algo tan importante como que me acepten con el perro es que el hotel esté en un entorno agradable para dar nuestros paseos juntos.

Con todo, la elección del hotel tuvo que ver sobre todo con su situación estratégica a tan solo 28 Km de Orbaizeta, una de las entradas naturales de la Selva de Irati.

Pero antes de llegar a Uriz, y desde que salimos a primera hora de la mañana de Tudela nuestro recorrido estuvo lleno de visitas interesantes.



La primera de ellas fue un a la histórica villa de Olite fundada por los romanos y designada con posterioridad residencia de los reyes navarros. Navarra nació como reino cristiano en el S.X y fue Fernando el Católico quien la anexionó en 1512 a la España unificada, aunque mantuvo leyes y moneda propias hasta principios del S.XIX. Fue precisamente en ese siglo cuando El Palacio Real de Olite, construido hacia 1406 por Carlos III el Noble, fue saqueado por los carlistas y los franceses, empezando su restauración en los años veinte y convirtiéndose una parte en Parador Nacional.


Adosada al castillo se encuentra la iglesia de Santa Maria la Real con una preciosa portada románica.  El paseo por la plaza donde se encuentra el palacio y las callecitas adyacentes me resultó encantador.


Nuestro siguiente destino es Ujué, un pueblecito situado a una altitud de 815 metros al que llegamos tras recorrer una carretera sinuosa que acaba en un parking desde el que hay un mirador con una vista magnífica y desde el que se divisa la cordillera pirenaica.


Subiendo por empinadas escaleras y callejas empedradas llegamos a la Iglesia-Fortaleza de Santa Maria de estilo gótico y que tiene una galería exterior desde la cual la vista es también magnífica.


Tras esta visita acordé con mis amigos que a partir de este momento, lo más práctico es que yo aparcase mi coche en las afueras de Pamplona y lo dejásemos allí aparcado durante los dos días en que iba a durar nuestra estancia en Uriz viajando de este modo todos juntos en un solo coche.


Así es que salimos de Ujué, pasamos por delante de otro pueblecito llamado San Martín de Unx y recorrimos los 48 Km más o menos que nos separaban del sitio donde decidimos dejar el coche aparcado.

Una vez hecho el trasvase de mi equipaje de un coche a otro, seguimos ya todos juntos hacia Roncesvalles. A partir de este momento, el paisaje se fue haciendo más y más verde hasta convertirse en un espectáculo verdaderamente hermoso.

Roncesvalles es una de las principales paradas del Camino de Santiago. En el año 813 se descubrió la tumba del Apóstol en Santiago y poco después empezaron las peregrinaciones a Compostela desde toda la cristiandad. Una de la ruta más conocida, con el tiempo la más famosa, atravesaba los Pirineos por Roncesvalles.

Iglesia de Santiago.
Con el fin de atender a los peregrinos se fueron construyendo diferentes edificios, como el albergue-hospital y la iglesia colegial. Durante la Edad Media, la colegiata alcanzó gran importancia.

Cooper frente a la Colegiata de Santa María.
Pero antes de su vinculación a la ruta del apóstol fue escenario de una famosa batalla en el 778 en la cual, el ejército de Carlomagno fue exterminado por los vascos de Navarra, hechos que en fueron descritos en el poema épico francés, La Chanson de Roland en el S.XII.

Cuando nosotros llegamos, todo estaba cerrado, así es que aprovechamos para comer. Mis amigos comieron en el interior de uno de los restaurantes pero yo me quedé con Cooper. Primero dimos un paseo y después me senté en la terraza de un bar que sospecho que debe ser el mejor de Roncesvalles y que se llama Casa Sabina.


A esta altura del viaje estábamos con ganas de llegar al hotel, pero afortunadamente no nos dejamos vencer por el cansancio y proseguimos nuestro viaje hasta cruzar la frontera francesa para llegar a un pueblo llamado Saint Jean Pied de Port.


El camino era muy bonito pero se hace por una carretera llena de curvas por lo que en ocasiones se nos hizo pesado, pero enseguida y tras un paseo por el pueblo, decidimos que el esfuerzo había merecido la pena, pues e un pueblecito con mucho encanto y muy cuidado. En Saint Jean Pied de Port, confluyen las principales rutas jacobeas francesas, cruzando desde allí los Pirineos por Roncesvalles.


Y tras la visita a Saint Jean llegamos por fin al hotel Torre de Uriz . Ya he dicho al principio de esta entrada lo mucho que nos gustó aunque no conté lo enorme que era mi habitación con una terraza también de un tamaño considerable que hizo las delicias de Cooper y también, por supuesto, las mías.

Esa noche cenamos estupendamente en el hotel al igual que hicimos al día siguiente por un precio muy razonable. Lo gracioso fue que uno de los platos estrella fue una simple ensalada de tomate pero un tomate con un sabor tan exquisito que nos llevó el último día de nuestra estancia hasta Aoiz, a la tienda que se los suministra al hotel y que al parecer tiene una huerta propia, para comprar varios kilos para traerlos a Madrid. El éxito de los tomates es tal que según parece todos los huéspedes que los prueban en el hotel acaban siempre por hacer el mismo peregrinaje en busca de los mismos.


A la mañana siguiente, por fin, pude cumplir con uno de mis sueños que no era otro que conocer la Selva de Irati, considerada como el segundo hayedo abetal de Europa después de la Selva Negra en Alemania y con una extensión que supera las 17.000 hectáreas.



Nosotros entramos por Orbaizeta en el Valle de Aezkoa. El bosque está atravesado por el río Irati que nace en Francia y tras llenar el Pantano de Irabia sigue hasta el Valle de Aezkoa. En cuanto al recorrido nos indicaron uno llano de unos 6 Km que está señalizado en el tronco de alguno de los árboles. Así todo, nos perdimos en el último tramo lo cual no me importó demasiado pues subimos a un monte desde el que la vista es de una gran belleza.



Y de este modo con la sola compañía de una manada de caballos percherones volvimos a recoger el coche para acercarnos a buscar algún sitio donde tomar unos bocadillos. Al final los tomamos en el borde de un camino que lleva a la presa del Embalse de Irabia.




Y tras un pequeño descanso decidios ir a tomar un café a Ochagavía, una localidad situada en el valle de Salazar y atravesada por el río Anduña. Durante el camino hacia esta localidad, aproveché para hacer fotos del paisaje y de alguno de los pueblos que íbamos viendo por el camino.



Uno de los muchos pueblos que fotografié desde el coche.
Y es que una de las cosas que más me gustó el viaje por esta zona del Pirineo fue a parte de obviamente el paisaje, observar lo bonitos y cuidados que están todos los pueblos que vimos a nuestro paso. Es algo que valoro especialmente si se tiene en cuenta que vivimos en un país en que la tónica general es la contraria y donde me paso el día lamentándome del estropicio al que están sometidas la mayoría de las ciudades, con edificios que constituyen una agresión para el entorno, sin respetar alturas ni guardar una mínima uniformidad estilística. Para mí fue un motivo de alegría observar que al menos en esta zona se ha sabido preservar a los pueblos de esos desastres.

En cuanto a Ochagavia me pareció muy bonita con preciosas casas con tejados de teja plana, muchas de ellas con escudos tallados en piedra y ventanales rojos cuajados de flores. Una cosa que me resultó muy curiosa es que están separadas unas de otras por un espacio llamado belena o etxekarte, aunque desconozco cual es el motivo.
Casa de Ochagavía en la que se observa la separación de la casa contigua por una belena o etxekarte.  


                                                              


Ochagavía está en el valle de Salazar contiguo al valle del Roncal donde se fabrica el famoso queso de oveja del mismo nombre. Son siete los pueblos que componen este valle. Nosotros teníamos muchas ganas de acercarnos a uno de ellos, Isabi y también el propio Roncal, pero también teníamos deseos de acercarnos ya al hotel a descansar, así es que decidimos renunciar a la visita y regresar al hotel.



Para el regreso, tomamos otra carretera diferente a la de la ida por sugerencia de Jesús el dueño del hotel. La carretera con más kilómetros y menos curvas pasa por Lumbier por lo que aprovechamos para hacer una breve parada en la famosa Foz de Lumbier, un cañón de 1Km. de longitud aproximadamente, excavado por el río Irati en la roca caliza de la Sierra de Leyre y declarado Reserva Natural por su abundancia en rapaces como alimoches y buitres leonados. De estos últimos vimos unos cuantos.

Cuando, por fin, llegamos al hotel ya era casi de noche. Tras la cena nos retiramos pronto a descansar.


Y al día siguiente tras despedirnos de los dueños del hotel- también de su preciosa perra Dona un magnífico ejemplar de la raza Leonberger y de un bonito y apacible Labrador retriever que andaba suelto por el pueblo- y con el deseo en nuestro corazón de regresar algún día, seguimos rumbo a la que iba a ser nuestra última parada en este viaje, Ezcaray, en la Rioja.


Hotel Torre de Uriz. Uriz. (Navarra)
http://www.hoteltorredeuriz.com/
Cobran suplemento por el perro.

Información sobre la Selva de Irati.
http://www.selvadeirati.com

2 comentarios

  1. Cooper, soy tu compañero de la cuidad la que paseo casi todos los días
    contigo. Que suerte de poder viajar tanto y poder disfrutar de tanta
    maravilla que tiene nuestro pais.

    Atentamente,
    Musca |

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  2. Muchísimas gracias por tus palabras, un fuerte abrazo de Dona, Paula y Jesús,

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