Playa de la Malvarrosa. L´Albufera.
Hotel Petit Palace Bristol. Valencia
Se acerca el gran día. Por fin, voy a conocer Valencia... Entre los varios hoteles que localizo en Valencia capital que admiten perro, me decanto por el Hotel Petit Palace Bristol, y ello a pesar de que descubro el comentario del algún que otro internauta quejándose del pequeño tamaño de las habitaciones.
Plaza de la Reina. |
El Museo Nacional de Cerámica. Al fondo a la derecha se encuentra el Hotel Petit Palace Bristol. |
El Museo Nacional de Cerámica en la Calle Poeta Querol, 2. |
Hotel Petit Palace Bristol. |
El edificio rosa del fondo a la derecha es el Hotel Petit Palace Bristol. |
Mercado Central. |
Está rodeada de tiendas tradicionales y hay además puestos que venden encajes, telas, hilos y recuerdos valencianos. Fue construida por Salvador Escrig Melchor y restaurada en el 2012. El escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez (Valencia 1867/ Menton, Francia 1928), cita a esta plaza en su novela "Arroz y Tartana".
Al fondo, La Estación del Norte. |
Como hace muy buena temperatura y nos acompaña Cooper (hicimos el viaje en Diciembre durante unos días excepcionalmente calurosos), tomamos una ensalada y un par de tapas en la terraza, y después con visibles síntomas de cansancio, iniciamos el regreso al hotel. A pesar de todo, todavía tenemos fuerzas para entrar a admirar la Estación del Norte, en la calle Játiva, que nos queda de camino. Construida entre 1907 y 1917 inspirándose en el art nouveau austriaco, tiene el vestíbulo decorado con paneles de azulejos y vidrieras que evocan la vida en L'Albufera y la huerta.
La Plaza de la Virgen con la Fuente del Turia a la izquierda. |
Fue en esta plaza donde, por unos momentos, Cooper desapareció de nuestra vista. De pronto, lo vemos literalmente sepultado por los niños de un colegio que estaban de excursión en Valencia. Cuando me acerco a ellos me cuentan que se ha comido un bocadillo de chorizo de uno de los niños; según parece, estaba a su alcance porque su propietario ya no lo quería, así es que no aceptaron mi ofrecimiento de comprarles otro.
Puerta del Palau. |
Puerta de los Hierros. |
El Palacio de la Generalitat, sede del Gobierno autónomo. |
La Lonja. |
La Sala de Contratación, dedicada a las transacciones mercantiles. |
Los tres preciosos goldens que viajaban con sus dueños desde Bélgica... |
...aunque encuentro a Cooper tan guapo como ellos. |
Para llegar hasta allí caminamos por los Jardines del Turia, pues La Ciudad de las Artes y Las Ciencias se encuentra al final de los mismos. El antiguo cauce del Río Turia fue drenado y desviado después de la inundación en 1957, de modo que el antiguo cauce es hoy una franja de 5 km de jardines, campos deportivos y parques infantiles cruzado por una docena de puentes. Nosotras vamos hasta la Plaza de Alonso el Magnánimo y accedemos a los Jardines del Turia a la altura del Puente del Mar.
Cooper en los Jardines del Turia. |
Cuando nos vamos acercando al centro tomamos la Calle de la Paz que termina en La Plaza de la Reina y desde la que se tiene una bonita vista de la Torre de la Iglesia de Santa Catalina. Con cantidad de edificios modernistas, su construcción comenzó a finales del siglo XIX, siendo la burguesía valenciana quien planificó esta obra siguiendo los criterios estéticos de aquella época, con avenidas anchas.
Cuenta el escritor Juan Gil Albert que el poeta Luis Cernuda en 1937 exclamó: "Esto es una calle, una de las pocas que hay en España". Desafortunadamente desaparecieron dos famosos cafés de la calle, El Siglo y El Ideal Room en el número 19 donde se reunieron poetas y escritores de la generación del 27 a la que pertenecía el citado poeta sevillano Luis Cernuda(Sevilla 1902/Ciudad de México 1963), admirador de la calle.
La Torre de la Iglesia de Santa Catalina al final de la calle de la Paz. |
Como curiosidad comentar que en el número 42, se encuentra una placa conmemorativa que recuerda la ubicación durante La Guerra Civil del Gobierno Republicano en Valencia.
Todavía y a pesar del cansancio, hacemos una visita al Museo Nacional de Cerámica, aprovechando que en el hotel nos permitieron dejar a Cooper solo en la habitación. El Museo cuenta con 5000 piezas de cerámica prehistórica, griega y romana así como obras de Picasso y una cocina valenciana tradicional.
Ese día nos acostamos temprano, pues aún queremos aprovechar la mañana del siguiente día para seguir visitando Valencia, antes de dejar el hotel.
Por eso me levanto temprano al día siguiente y me acerco con Cooper hasta la Plaza del Ayuntamiento, donde se encuentran, al igual que sucede por todo el centro de Valencia, varios edificios de estilo modernista y por supuesto, el del Ayuntamiento de estilo barroco.
El Ayuntamiento. |
Volvemos por la calle Serranos hasta el hotel para preparar las maletas y todavía aprovechando que aún nos queda un rato antes de dejar la habitación antes de las 12 de la mañana, nos vamos a paso rápido y sin Cooper, también sin la máquina de fotos hasta el Mercado de Colón, un antiguo mercado de estilo modernista rehabilitado y dotado de establecimientos de hostelería. Fue construido por el arquitecto Mora Berenguer entre 1914 y 1916 y declarado Monumento Nacional. Se encuentra en el Ensanche de Valencia.
Y ahora si nos vamos de Valencia, aunque decididas a seguir aprovechando el tiempo al máximo y tras recoger a Cooper y al equipaje, nos acercamos a la playa de Malvarrosa, una playa de arena fina de un kilómetro de longitud y bordeada por el paseo marítimo.
Cooper en la playa de la Malvarrosa. |
Allí aparcamos enfrente del Hotel Las Arenas Balneario Resort, un impresionante hotel, situado enfrente de la playa al lado del cual, y en la Avda. Neptuno nº 38, se encuentra Casa Chaparro en cuya terraza tomamos unas exquisitas alcachofas y unos boquerones fritos. Pero antes damos un paseo por la playa. La playa fue una agradable sorpresa, acostumbrada a que la imagen de muchas playas quede destrozada por edificios de estética más que dudosa y demasiado altos, me encantó ver que lo que hay detrás de la playa son edificios bajos pertenecientes al antiguo barrio marinero conocido con el nombre de Cabañal- Cañameral.
Tras la comida nos vamos de Valencia, apenas nos hemos alejado unos kilómetros, cuando me sorprendo pensando en que no me importaría volver a una ciudad que me gustó tanto y plagada de edificios arquitectónicamente tan interesantes y con tantos lugares de interés.
Nuestro siguiente destino es Gandía, allí pasaremos un par de días en casa de una amiga de la mía, pero antes de llegar hasta allí, decidimos hacer un alto en el camino, y hacer una breve parada en La Albufera.
La laguna se extiende sobre unas 2800 hectáreas, aunque en la actualidad es unas diez veces menor que hace 2000 años, cuando el Golfo de Valencia, quedó cerrado parcialmente a causa de los sedimentos de los ríos Júcar y Turia.
Nosotras nos detenemos en el Mirador de El Pujol, donde dada su orientación a poniente, se pueden contemplar atardeceres de gran belleza. Cuando llegamos nosotras todavía falta una hora larga para que llegue ese momento, pero hay una luz grisácea muy bonita y en lugar se respira una paz a la que no es fácil sustraerse. Muy cerca de Cooper, que parece haberse contagiado de la placidez del lugar, me quedo un rato contemplando las idas y venidas de las aves que hay por allí en ese momento.
Y por fin, desde allí, seguimos rumbo a Gandía...
Calle L´ Abadía de San Martín, 3.
Valencia.
http://en.petitpalacebristolhotel.com/
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