Gandia (Valencia)-Altea-Denia (Alicante).

Playa de Gandía.

Ya se ha hecho de noche cuando llegamos a Gandia; por esa razón, nos vamos directamente a casa de la amiga en donde vamos a pasar los próximos dos días.

No salgo a conocer Gandia esa tarde, salvo una breve caminata con Cooper por el Paseo de las Germanías, en lo que constituye el último paseo del día. Tampoco al día siguiente, pues decidimos dedicar esa jornada a hacer una excursión hasta Altea, en la provincia de Alicante.

El día elegido para la excursión hace un día luminoso, espectacular, lleno de luz y de sol, casi más propio de primavera que de mediados de Diciembre que es la fecha en la que nos encontramos.

Aparcamos en un parking gratuito de superficie en la calle Benidorm y enseguida nos adentramos en el casco antiguo de esta bonita localidad que se asienta en las faldas de una colina, en la comarca de La Marina Baja, y que afortunadamente ha sabido conservar sus construcciones tradicionales sin haber sucumbido al crecimiento urbanístico salvaje que, desgraciadamente, caracteriza a gran parte de nuestras costas.

Alcanzamos enseguida la Plaza de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Consuelo, la más famosa de Altea debido a sus dos cúpulas de teja de color azul y blanco que se han convertido en símbolo de la localidad.

Las cúpulas de la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, conocidas como "Las cúpulas del Mediterráneo".

La Plaza de la Iglesia, era en su origen un espacio más reducido que la actual por la presencia del castillo que fue destruido a mediados del siglo XIX. Parte de la muralla desapareció para construir el actual Mirador Cronistas de España, desde el que se contempla una hermosa vista al mar así como de la zona moderna que se fue desarrollando debido al turismo; incluso se divisan los rascacielos de Benidorm.

Vista desde El Mirador Cronistas de España.

En torno a la Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Consuelo, surgen callejuelas estrechas y empinadas de suelo empedrado, con casas encaladas, plagadas de plantas y flores.




La Calle Mayor de la que se conserva su trazado original, construido con canto rodado de piedra, une El Portal Viejo con la Plaza de la Iglesia.

El Portal Viejo.

Muy cerca del Portal Viejo se encuentra el mirador del mismo nombre desde el que se tiene una preciosa vista de la bahía de Altea con el Peñón de Ifach al fondo, un alto peñón calizo de 332 metros.

Tras estar allí un rato seguimos perdiéndonos por el casco antiguo, pasamos por delante de otro mirador, el de Santa Bárbara, y finalmente, nos vamos a recoger el coche.






Ya en el coche, nos dirigimos al Paseo Marítimo, con la intención de comer en una de las innumerables terrazas que hay a lo largo del mismo.


Huelga decir que lo primero que hace Cooper en cuanto desciende del coche es buscar una bajada para zambullirse en el mar...



Tras la comida dejamos Altea y de regreso a Gandia decidimos hacer una alto en el camino, en Denia, que nos queda de camino...

Aparcamos en el puerto, pero ya es tan tarde que no pudimos acercarnos a la Playa de Las Marinas, al norte del mismo y por supuesto tampoco a la de Les Rotes, al sur.

El Ayuntamiento.

Así es que nos conformamos con darnos un paseo por el centro urbano que rodea la base de un altozano en cuya cima se encuentra un castillo, antes fortaleza musulmana.


Antes de irnos nos tomamos un chocolate con porras en una Chocolatería Valor, en la Calle Marqués de Campo, la calle principal de Denia, una calle con mucho encanto, quizás porque estaba cerrada al tráfico como por lo visto es costumbre en fin de semana, quizás por tener algún edificio que me resultó bonito y supongo que quizás también por las dos filas de árboles que la enmarcan. Desde allí ya nos vamos de nuevo a por el coche para ir a dormir a Gandia.

La Calle Marqués de Campo.

Ya hemos pasado dos noches en esta última localidad y todavía no la conozco, así es que a la mañana del día siguiente y teniendo en cuenta que nuestra estancia empieza a llegar a su fin, empezamos la visita con un hermoso paseo por su playa.




La playa de unos tres kilómetros de longitud, fue una agradable sorpresa para mí no sólo por su arena fina sino también porque suponía que iba a estar toda urbanizada y afortunadamente sólo una parte de la misma tiene detrás edificios, todo sea dicho de paso, bastante feos.


Paseamos sin problemas con Cooper suelto dado que estamos fuera de temporada, pero en temporada estival quien vaya con su perro tendrá que ir a la zona que El Ayuntamiento de Gandia ha habilitado para perros en la Playa de L´Ahuir. Los perros deben permanecer atados en la arena aunque si se les puede soltar en el agua.




Tras el paseo llevamos a Cooper a la casa de nuestra anfitriona pues, obviamente, no va a poder acompañarnos a la visita guiada que tenemos previsto hacer al Palacio Ducal.




Situado en la calle Marqués de Campo, el palacio estuvo abandonado casi durante un siglo hasta que la Compañía de Jesús lo adquirió en pública subasta en 1890 procediendo a su restauración.

Consta de un sobrio patio gótico que oculta suntuosas estancias interiores, la más impresionante la denominada Galería Dorada, construida a principios del siglo XVIII para conmemorar la canonización del cuarto duque de Gandía.

Plaza de las Escuelas Pias (El edificio del fondo fue fundado por Francisco de Borja y fue en un principio la antigua Universidad de Gandía. Está catalogado como Bien de Interés Cultural. Las estatuas representan a diferentes miembros de la familia Borja.

En 1485 se concedió a Rodrigo Borja, el título de duque de Gandia. Fundador del linaje de los Borgia, Rodrigo se vio implicado junto con su hija Lucrecia y su hijo César en todo tipo de episodios turbios.El bisnieto de Rodrigo, Francisco de Borgia, nació y vivió en el palacio y a la muerte de su esposa en 1546 entró en la Compañía de Jesús, siendo canonizado por el Papa Clemente X en 1671. Su habitación se conserva intacta como en su tiempo.Yo seguí con mucho interés el relato de su vida por parte del guía, dada su relación con Carlos V y su mujer Isabel de Portugal, pues en estos días estoy leyendo un libro sobre el emperador.

Tras la visita nos acercamos hasta la Iglesia de Santa María que es colegiata desde 1499. Conocida popularmente como La Seo, consta de dos puertas góticas, la de Santa María y la de los Apóstoles.

Puerta de Santa María.

Puerta de los Apóstoles.

En la misma plaza de la constitución donde se encuentra la colegiata está el edificio del Ayuntamiento. Hay también varias terrazas que invitan a sentarse a tomar algo, pero a esta altura del paseo ya hemos decidido que resulta imperdonable llevar varios días en la Comunidad de Valencia sin haber comido arroz, así es que nuestra amiga encarga una paella en el bar del Club de Pesca de Gandia (Escollera Norte s/n. 962 840445), un sitio un tanto apartado porque se encuentra al final de la escollera del puerto y en parte por eso, muy agradable y tranquilo.




Tras el arroz, exquisito, nos acercamos a tomar un café a la playa. Cooper, al que hemos ido a recoger antes de la comida, aprovecha, por supuesto, para darse el segundo chapuzón del día.


Yo había pensado aprovechar la tarde para acercarme a la cercana Oliva-está a tan solo 10 km de Gandia- pero la playa está tan bonita a esa hora del día, bañada ya por la luz del atardecer, que decido quedarme con mis amigas sentada en una hamaca simplemente contemplando el mar...