Espirdo.Segovia.
La Casona de Espirdo. Espirdo. Segovia
Las 22h. En la televisiĆ³n siguen analizando todos los pormenores del accidente de aviaciĆ³n que ha tenido lugar hace unos dĆas en los Alpes franceses. Cooper, agotado, dormita a los pies de mi cama. Yo tambiĆ©n estoy cansada. He salido esta maƱana de Madrid y en poco mĆ”s de una hora he llegado a Espirdo un pueblecito de la provincia de Segovia donde voy a pasar la noche. Estoy alojada en La Casona de Espirdo, un hotel rural confortable y acogedor de tan solo ocho habitaciones.
Segovia estĆ” tan cerca de Madrid que podrĆa haber venido a visitarla en un dĆa, pero maƱana seguirĆ© viaje hacia GijĆ³n en lugar de regresar a Madrid. De este modo vuelvo a aprovechar este viaje a Asturias para hacer otra parada en el camino con la sola compaƱĆa del silente Cooper- Cooper no ladra-. Y me encanta hacer estas paradas en el camino que tienen algo para mi, casi me atreverĆa a decir, de retiro espiritual ademĆ”s obviamente de visita turĆstica, por lo que ejercen un efecto beneficioso sobre mi espĆritu.
De hecho de camino hacia aquĆ y ante la perspectiva de las horas que esperaba vivir en Segovia, ya me sentĆ alegre en extremo. QuizĆ”s por eso me dio por pensar durante el viaje en la felicidad y en cuanto habrĆ” de genĆ©tico o de circunstancial en ese estado.
Hace dĆas con motivo de la celebraciĆ³n del "DĆa de la Felicidad"escuchĆ© un programa de radio al que la gente llamaba a peticiĆ³n del locutor para decir que cosas le sumĆan en ese estado. Que nadie se imagine que la gente citĆ³ viajes exĆ³ticos, amores tĆ³rridos o experiencias excitantes porque todo el mundo sin excepciĆ³n hablĆ³ de cosas sencillas como disfrutar de la compaƱĆa de sus hijos, pasear con su perro, emocionarse por el recibimiento de Ć©ste al llegar a casa, descubrir la primera rosa en el rosal de su jardĆn o conducir de noche con luna llena…Yo podrĆa aƱadir muchas cosas a esa lista, como leer un buen libro, aprender algo nuevo, hacer una fotografĆa que me guste, disfrutar de una buena comida en buena compaƱĆa - unos oricios con sidra, por ejemplo - o de una buena conversaciĆ³n de esas en la que experimentas la gozosa sensaciĆ³n de identificarte con tu interlocutor, identificar el canto de un mirlo cuando paseo con Cooper por un parque, muchos de los paseos que doy con Ć©l, sentir que has aportado algo de consuelo o alegrĆa a otra persona…podrĆa pasarme horas describiendo situaciones que me procuran felicidad aunque creo que Ć©sta tiene que ver tambiĆ©n con una cierta actitud personal. Y todos, al fin y al cabo, somos los dueƱos de nuestras actitudes internas.
Yo creo que las cosas suceden de dentro hacia fuera. Todo el mundo anda como loca buscando en el exterior o en los otros respuestas- yo misma cuando era joven- y al final uno acaba por concluir que quizĆ”s no haya que buscar nada y simplemente ser, desarrollar lo mejor que hay dentro de nosotros y vivir abierto al mundo y a los demĆ”s. Y no dar nada por sentado, valorando la vida como lo que es, un verdadero milagro. Y pensando en todo esto primero y escuchando mĆŗsica despuĆ©s, sin apenas darme cuenta, lleguo a Espirdo.
El hotel situado enfrente de la iglesia tiene un bonito patio donde se respira paz, tranquilidad, calma, tanta que lo que realmente me apetece es quedarme a pasar el resto del dĆa tranquilamente en Ć©l. Sin embargo, y aprovechando que Segovia estĆ” tan solo a 7,5 Km, decido ir a visitar esta ciudad.
Antes sin embargo doy un breve paseo con Cooper por Espirdo. Lo primero que me sorprende es la cantidad de construcciones nuevas que hay aunque al menos respetan la altura de las originales del pueblo. Un seƱor con el que converso en mi paseo me cuenta que la mayorĆa estĆ”n deshabitadas y me explica que en la Ć©poca del boom inmobiliario, los constructores ante la imposibilidad de construir en Segovia capital que estĆ” protegida por leyes urbanĆsticas que lo impiden-menos mal-construyeron en muchos pueblos de los alrededores.
Apenas caminamos unos metros bajo la mirada tranquila de unas vacas, nos topamos con una pradera que hace las delicias de Cooper.
Y ahora si que me voy a Segovia, declarada desde 1985 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Dejo el coche en un parking que hay a la entrada del casco antiguo apenas a unos metros del acueducto. Construido a finales del siglo I, el acueducto se utilizĆ³ hasta bien entrado el XIX. Todo el conjunto tiene una longitud de 728 m. Resulta impresionante, pero mĆ”s aĆŗn si se tiene en cuenta que los sillares de sus 163 arcos se asientan en seco unos sobre otros.
El casco antiguo se haya encima de una atalaya rodeada por los rĆos Eresma y Clamores y la plaza donde se encuentra el acueducto se llama Plaza del Azoguejo y es ahĆ donde hay una Oficina de InformaciĆ³n y Turismo donde me facilitan un plano y me explican que tomando la Calle de Cervantes y despuĆ©s la de Juan Bravo irĆ© encontrĆ”ndome con monumentos de interĆ©s hasta desembocar en la Plaza Mayor donde se encuentra la catedral.
La casa de los Picos. |
Cooper frente al Palacio del Conde Alpuente. |
Sin embargo, hay tantos turistas que por momentos comienzo a agobiarme por lo que decido perderme sin rumbo fijo buscando sitios mƔs solitarios y menos transitados.
Cooper frente el edificio de la AlhĆ³ndiga(S.XVI) |
Paseo del SalĆ³n de Isabel II. |
La Catedral. |
Ahora caminamos hacia El AlcƔzar que alberga el Museo de Armas; aunque data de la Edad Media fue reconstruido en 1862 tras destruirse a causa de un fuego.
La vista desde El AlcĆ”zar es muy bonita…
El Monasterio de Santa Cruz La Real, visto desde la entrada al AlcƔzar. |
Plaza de la Merced. |
Casa Museo de Antonio Machado |
Iglesia de San MartĆn |
Y al dĆa siguiente, tras un desayuno delicioso con mermeladas y galletas caseras, reanudo mi viaje a GijĆ³n. Voy a llegar en una Ć©poca en que todavĆa estĆ” permitido bajar con los perros a la Playa de San Lorenzo pues como ya escribĆ en este blog en otras ocasiones, estĆ” permitido la bajada con perros desde el 1 de Octubre hasta el 30 de Abril. Como es natural, estoy deseando dar un paseo con Cooper por la playa pero, sobre todo, sueƱo con volver a Deva y verme paseando con Ć©l por alguno de los senderos que discurren al al lado del RĆo PeƱafrancia para volver a sentirme como el poeta Arthur Rimbaud ( Charleville 1854/ Marsella 1891) describiĆ³ en su poema SensaciĆ³n: |
En los atardeceres azules de verano irƩ por los senderos,
soƱador, sentirƩ su frescura bajo mis pies.
DejarƩ que el viento baƱe mi cabeza desnuda.
No hablarƩ ni pensarƩ nada,
pero el amor infinito ascenderĆ” en mi alma
e irƩ lejos, muy lejos, igual que un bohemio
por la Naturaleza, feliz como junto a una mujer.
Poema que suena mejor en versiĆ³n original francĆ©s:
Par les soirs bleus d´Ć©tĆ©, j´irai dans les sentiers,
PicotĆ© par les bles, fouler l´herbe menue:
RĆŖveur, j´en sentirai la fraĆ®cheur a mes pieds.
Je laisserai le vent baigner ma tĆŖte nue.
Je ne parlerai pas, je ne penserai rien:
Mais l´amour infini me montera dans l´Ć¢me,
Et j´irai loin, bien loin, comme un bohĆ©mien,
Par la Nature,- heureux comme avec une femme.
La Casona de Espirdo. Espirdo (Segovia)
TelƩfono: 921 4490 12
http://www.espirdo.com/
5 comentarios
Como siempre ¡quĆ© enriquecedor tu relato! ¡¡¡Gracias y disfruta de tu viaje a GijĆ³n con Cooper!
ResponderEliminar¡Gracias por tu mensaje!! Ya estamos aquĆ…no llueve pero hace bastante frĆo. Nos vemos en Madrid. ¡Un beso!!
ResponderEliminarComo te prometĆ he vuelto a tu blog para deleitarme con tu prosa, tus anĆ©cdotas, tus curiosidades y los detalles en tus viajes. SerĆ” casualidad que nos hayamos conocido para relatarte que pasĆ© por allĆ, cuando mi peque comenzaba a andar, y recuerdo La Casona por el ruido de mis pasos sobre la tarima del primer piso cuando subĆa a mi habitaciĆ³n. Me gustaron el mobiliario y el jardĆn, aunque envidio la tranquilidad que habrĆ”s disfrutado a diferencia del ajetreo de padres y niƱos que eramos los que pasamos el fin de semana all. Un saludo, JesĆŗs Orusco (papĆ” de Miguel).
ResponderEliminarAnda ¡quĆ© casualidad!!, creĆ que llevaba poco tiempo en funcionamiento…La verdad es que me encanta ir a esa clase de sitios sola; comprendo que todos tenemos derecho a disfrutar de los viajes pero esa clase de sitios tienen mĆ”s encanto sin turistas...
EliminarHola, yo tambiƩn viajo sola con mi perro.
ResponderEliminarEs, posiblemente el mejor descubrimiento de mi vida, pues me ha llevado a amar la naturaleza, la vista de las montaƱas y de los prados, los arroyos en los bosques...
Pero creo que resulta asĆ de maravilloso y Ćŗnico y que llena de paz el alma por ir sola con mi perro, por no tener prisa ni horarios, por no ir hablando con nadie, solo mirando y mirando y mirando tanta belleza como hay en la naturaleza.