Viajes con mi perro

Posada Real La Casona. Montealegre de Campos ( Valladolid)


Con un sol abrasador y el aire acondicionado del coche estropeado, Cooper y yo llegamos sobre las 15h. del 10 de mayo a Montealegre de Campos un pueblecito de la provincia de Valladolid situado en una loma de pequeƱa altura a una altitud de unos 813 metros, en la comarca de los Altos Torozos en Tierra de Campos.

Allí tenía reservada una habitación en La Posada Real La Casona, un hotel con siete habitaciones dobles en una casa reformada del S.XVIII.

DĆ­as atrĆ”s habĆ­a llamado por telĆ©fono para hacer la reserva y confirmar que podĆ­a llevarme a Cooper conmigo. La persona que me atendió me hizo cantidad de preguntas sobre Ć©l...La verdad es que me costó convencerle de que era altamente improbable que diese algĆŗn problema asĆ­ es que cuando lleguĆ© esperaba encontrarme un hotel extremadamente pulcro y cuidado al estilo de lo que me habĆ­a parecido la posada de Eufrasio en Lerma, por citar el Ćŗltimo sitio donde habĆ­amos estado, y la verdad es que la impresión primera no fue esa…

Lo mĆ”s bonito del hotel me pareció el pequeƱo jardĆ­n de la planta de abajo donde estuvimos una hora  para descansar un rato inmediatamente despuĆ©s de tomar posesión de nuestro dormitorio y un salón muy agradable que daba a una terraza en la planta de arriba donde estĆ”n las habitaciones y que no nos dió tiempo a disfrutar..


Posada Real La Casona.

Si elegĆ­ para pasar la noche este pueblo con apenas 140 habitantes censados en el 2011 no fue por el interĆ©s que podĆ­a tener el pueblo en sĆ­ mismo sino por el hecho de que fue el Ćŗnico sitio que encontrĆ© por la zona donde aceptaban perro y por su cercanĆ­a a Medina de Rioseco que era mi objetivo turĆ­stico fundamental en esta escapada..

Aún así tengo que aclarar que el casco histórico de Montealegre estÔ declarado Conjunto Histórico Artístico aunque sin duda lo mÔs llamativo lo constituye el que es su principal monumento, el Castillo (S.XIV), situado en la parte mÔs septentrional del pueblo y que se construyó para la defensa de las propiedades de los Meneses. Cuenta en su interior con un Centro de Interpretación de la Edad Media, pero no pude visitarlo ya que sólo estÔ abierto los fines de semana y festivos.

El Castillo de Montealegre.
Sobre las 17h. volví a coger el coche para dirigirme a Medina de Rioseco, la ciudad de los Almirantes, declarada Conjunto Histórico Artístico y que estÔ a unos 17 Km de Montealegre.

La conducción por la carretera comarcal, desierta a  esas horas, hasta Medina del Campo tenĆ­a que haber sido agradable, pero al poco de tomarla un camión gigantesco se me colocó detrĆ”s no sólo no respetando la distancia de seguridad sino con lo que parecĆ­a una clara intención de intimidarme y que me recordó sin poder evitarlo a la pelĆ­cula de Steven Spielberg, El diablo sobre ruedas, (1971) en la que un conductor es perseguido y acosado por un camión asesino..


Dejé el coche frente al Museo de San Francisco donde se encuentra la Oficina de Información y Turismo. Este museo estÔ instalado en la iglesia del desparecido convento franciscano de Ntra. Sra de la Esperanza construido entre los S.XV y XVI. De aspecto austero en el exterior, nada puedo decir de al parecer su impresionante interior porque dado que viajaba sola con la inestimable compañía de Cooper no pude visitar el interior de ni un solo templo de Medina..

Por eso cuando atravesé el claustro y accedí a la Oficina de Información y Turismo, la Sra. que me atendió al verme acompañada de Cooper-agradecí enormemente el no captar en su mirada el menor reproche por mi entrada en compañía de un perro-me sugirió un paseo por la ciudad obviando el interior de sus principales monumentos..



La RĆŗa Mayor.
Así es que siguiendo sus consejos accedimos a la Plaza Mayor y tomamos la Rúa Mayor hasta llegar a los Jardines de la Concha enfrente de los cuales se sitúa la dÔrsena del Canal de Castilla.

El calor era asfixiante y no dejó de serlo en toda la tarde lo cual constituyó la Ćŗnica parte desagradable de esta visita pues por lo demĆ”s el paseo por los soportales de la RĆŗa Mayor me resultó encantador.. La RĆŗa estĆ” llena de panaderĆ­as con variados dulces pues la reposterĆ­a es la joya de la gastronomĆ­a riosecana..me comprĆ© uno que compartĆ­ con Cooper sentados frente al Museo de Semana Santa ubicado en la antigua iglesia de Santa Cruz de finales del S. XVI  que alberga los pasos de la Semana Santa Riosecana declarada de InterĆ©s TurĆ­stico Internacional


El Canal de Castilla.
Y por fin, llegamos a la dƔrsena del Canal


Justo al lado se encuentra  la FĆ”brica de Harinas San Antonio realizada en siglo XIX en piedra de silleria, ladrillo y argamasa en su parte externa.

FƔbrica de Harinas San Antonio.
Tengo que confesar no sin cierta vergüenza que hasta unos días antes de emprender este viaje no tenía ni idea de la existencia del Canal lo cual no deja de ser sorprendente si se tiene en cuenta que es una de las obras de ingeniería mÔs ambiciosas en nuestro país de los S.XVIII y XIX. Un obra nacida del sueño ilustrado de crear una vía de comunicación y transporte que uniera el interior con los puertos del Norte, con el objetivo prioritario de dar salida hacia dichos puertos de productos como la lana, el vino y el cereal castellano.

Aunque habían existido antecedentes de proyectos similares en los siglos XVI y XVII, no sería hasta mediados del XVIII cuando Fernando VI y su ministro mÔs influyente, el Marqués de la Ensenada, empezaron a pensar en un plan mÔs ambicioso para desarrollar la economía de España, plan en el que tendrían mucho protagonismo las obras públicas relacionadas con la comunicación. Es entonces cuando el Marqués de la Ensenada propone a Fernando VI la construcción de una red de caminos y canales de navegación pensados para Castilla al ser por entonces la principal productora de cereales.

El recorrido es de 207 Km. por las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid y su curso estÔ dividido en tres grandes ramales Norte, Sur y de Campos. Aunque las obras se iniciaron en 1753 bajo la dirección del ingeniero Antonio de Ulloa, concluyeron un siglo después en 1848 en Medina de Rioseco.

Embarcación Antonio de Ulloa.
Hoy este curso artificial hidraĆŗlico ofrece la posibilidad de diferentes actividades de turismo activo: cicloturismo, rutas en piragua, senderismo, asĆ­ como el paseo en la embarcación turĆ­stica Antonio de Ulloa.

Yo empecé con mucho entusiasmo a caminar por una de las riberas del canal, pero enseguida el paseo se convirtió en una tortura..Y es que desde que empezamos a caminar Cooper sólo tenía como única obsesión tirarse al agua por lo que tuve que atarlo pues supuse que si le permitía bañarse nos iban a vetar la entrada en el hotel. Me parecía cruel no permitirle el baño con el calor que hacía así es que tras aceptar que un señor amabilísimo bajase del tejado que estaba arreglando para darle agua de beber a Cooper-qué medida del tiempo tan distinta con respecto a la gran ciudad!!-emprendí la vuelta hacia el coche..

Coper frente al Museo de Semana Santa.
Museo de Semana Santa.
Paramos todavĆ­a frente a la Iglesia de Santa Maria y ya mĆ”s adelante y de nuevo frente al Museo de Semana Santa estuve  un rato hablando con una pareja encantadora que se ofreció a hacerme una foto con Cooper..

Fueron ellos quienes me contaron que en la Iglesia de Santiago de los Caballeros se había celebrado la exposición Las Edades del Hombre y lamentaron que dicha exposición se hubiese acabado tan pronto pues al parecer le dió mucha vida al pueblo, aunque mÔs correcto sería decir ciudad pues en 1632 Felipe IV le concedió el título de ciudad.

Ya en Montealegre me acerquĆ© de nuevo hasta el Castillo para contemplar la vista al atardecer...



Montealegre, al fondo la Iglesia de San Pedro, arriba la de Santa Maria.
VolvĆ­ al hotel. Por la tarde me habĆ­a recibido, muy atento, el dueƱo de la posada. Ahora fue su mujer y  encargada de la cocina. HabĆ­a leĆ­do en algĆŗn sitio que tenĆ­a una relativa fama como cocinera; parece ser que su especialidad son las setas y que en su restaurante se organizan jornadas gastronómicas, asĆ­ es que no pudo por menos resultarme decepcionante la ensalada que me sirvió de cena..

TambiĆ©n me extrañó que me comentase que en realidad no aceptaban perros y que tomaban la decisión al llamar para hacer la reserva en función un poco de lo que el dueƱo contase sobre su mascota..Al parecer lo que les habĆ­a terminado de decidir en mi caso es que esa noche era la Ćŗnica huĆ©sped del hotel..No pude evitarlo, pero a partir de ese momento me sentĆ­ mal a gusto, un tanto tensa ante el temor de que Cooper pudiese hacer algo que la molestase..

Internet no funcionaba, el móvil con dificultad, no fui capaz de sintonizar la TV y dado que durante todo el tiempo que estuve en el pueblo todas las casas permanecieron cerradas a cal y canto y la poca vida social parecĆ­a tener lugar  Ćŗnicamente alrededor de la posada- unos seƱores echando una partida otros sentados en la puerta de entrada- decidĆ­ que la Ćŗnica opción que me quedaba-viajaba sin libro- era retirarme a mi habitación-amplia como tambiĆ©n le era el cuarto de baƱo- a dormir..Y eso fue lo que hice hasta las 9 de la maƱana en que FĆ”tima me sirvió el desayuno..

A la hora de pagar lo encontré caro, aunque me lo temía porque el menú que tenían puesto en la entrada también me lo había parecido..supongo que contribuyó también a esa sensación el hecho de que no hubiese conseguido que me saliese por la mañana agua caliente en la ducha..

Mi siguiente destino era el Parque Natural de Redes en Asturias, asĆ­ es que como tenĆ­a que volver a pasar por Medina decidĆ­ parar en el parque Duque de Osuna para darle un paseo a Cooper antes de meternos en carretera..

HabĆ­amos estado el dĆ­a anterior y me habĆ­a resultado encantador..esta maƱana me gustó mĆ”s aĆŗn quizĆ”s porque la temperatura era mĆ”s agradable. 


Cooper en el parque del Duque de Osuna.

DejĆ© Medina de Rioseco pensando que esta parte del viaje no habĆ­a sido lo que yo habĆ­a soƱado  regalarle a Cooper

Y es que apenas unos días después de mi llegada a Madrid tras nuestra última estancia en Gijón, me puse enferma aquejada según el médico de un virus-sospecho que cuando los médicos no saben muy bien que tienes lo atribuyen a un virus-que me tuvo bajo mínimos prÔcticamente todo el mes de Abril. Aunque no dejé de sacar a Cooper ni un solo día, bajé la intensidad de nuestros paseos y aunque se adaptó muy bien engordó el Kg que había perdido corriendo en la playa de Gijón..

Los primeros días no se separó de los pies de la cama donde me metía en cuanto lo sacaba a pasear...mÔs adelante y cuando superé la fase aguda mis días transcurrieron como si fuese la protagonista del anuncio de Ikea, pues me pasé los día de la cama al sofÔ y del sofÔ a la cama..


Fue en uno de esos días en que le dejé subirse al sofÔ conmigo que me sentí tan enternecida por su cariño y compañía que me prometí que en cuanto tuviese la menor oportunidad le iba a regalar un viaje con un par de días de campo..Por eso dejé Medina de Rioseco a nuestras espaldas contenta de haberla conocido-me pareció muy bonita- pero con muchas ganas de llegar al Parque Natural de Redes donde esperaba encontrar un lugar perfecto para que Cooper yo disfrutÔsemos juntos y libres en el campo..

Posada Real la Casona. Restaurante FƔtima.
Calle de NicolƔs Rodriguez, 64. Montealegre de Campos.
Tfnos.983.718092/670 679 569.

Tfno.Visitas Castillo Montealegre: 680 857 148.

Oficina Municipal de Turismo Medina del Campo: 983.720319/turismo@medinaderioseco.com

Centro de Recepción de Viajeros del Canal. Tfno. 983 701 923

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