Hotel Maisonnave. Pamplona
Cooper duerme apaciblemente frente al Palacio de Sada en Sos del Rey CatĆ³lico sin mostrar el menor interĆ©s por el lugar de nacimiento de Fernando el CatĆ³lico. |
La primera de ellas en Jaca todavĆa en la provincia de Huesca.
Nada mĆ”s llegar nos damos un paseo hasta la catedral y las calles aledaƱas y de ahĆ nos vamos a la ciudadela del siglo XVI, una fortaleza defensiva con forma pentagonal. Fue construida en 1592 por orden de Felipe II.
Aunque a lo largo del siglo XVI se construyeron en Europa muchas ciudadelas pentagonales, de hecho hay otra en Pamplona, lo que distingue a la de Jaca es que se conserva intacta. Hoy en dĆa alberga un Museo de Miniaturas Militares.
Nosotras nos dirigimos primero al puente sobre el foso que da lugar a una puerta que comunica con el patio central y despuĆ©s nos damos un pequeƱo paseo alrededor de la fortificaciĆ³n buscando los ciervos que viven en el foso; los encontramos finalmente comiendo apaciblemente pero no me salieron bien las fotos.
En cuanto a la catedral (siglo XI) es una de las mĆ”s antiguas de EspaƱa, pero ha sufrido muchas reformas. Estuve un buen rato intentando fotografiarla, pero no conseguĆ ninguna foto de interĆ©s pues se encuentra en una pequeƱa plaza que estaba muy concurrida en ese momento, lo que quitaba visibilidad.
La portada sur original del templo se encuentra protegida por un porche del siglo XVII al que se conoce como la Lonja Chica cuyos soportes son columnas romƔnicas procedentes del claustro.
Sos del Rey CatĆ³lico. |
El lugar de nacimiento del monarca fue el Palacio de Sada una de las mansiones mĆ”s seƱoriales del pueblo situado en una plazoleta a la que llegamos tras caminar por callejuelas empedradas y tras comer estupendamente en un bar restaurante que se llama Mayor 25, en la calle Fernando el CatĆ³lico 25, donde ademĆ”s fueron muy amables y nos dieron una mesa al lado de la puerta para poder vigilar a Cooper que se quedĆ³ en la entrada esperĆ”ndonos.
El dueƱo del restaurante me comentĆ³ que tambiĆ©n era propietario de unos apartamentos que admiten perro y que estĆ”n en la juderĆa, Los Apartamentos la Luna, en la Calle Luna nĀŗ8.
La reina Juana Enriquez madre del infante Fernando y futuro rey Fernando de AragĆ³n se desplazĆ³ en 1452 y en plena guerra de navarra desde la vecina localidad navarra de SangĆ¼esa a Sos a dar a luz al futuro monarca ya que deseaba que su hijo naciera en tierras aragonesas. De ahĆ que Sos aƱadiera a su nombre la coletilla "del Rey CatĆ³lico".
El Palacio de los Sada de finales del XV, vivienda de la familia nobiliaria de los Sada que acogieron a doƱa Juana EnrĆquez para dar a luz al futuro rey Fernando de AragĆ³n. |
Otro sitio de interĆ©s es Iglesia Parroquial de San Esteban que se encuentra en la parte mĆ”s alta del pueblo y a los pies de los restos del castillo y a la que se accede por un tĆŗnel. RomĆ”nica del siglo XI, en su interior se encuentra la pila bautismal donde se bautizĆ³ a Fernando II de AragĆ³n.
Muy cerca se encuentra una escultura del gran director de cine Luis GarcĆa Berlanga (Valencia 1921 /Madrid 2010) pues en el verano de 1985 rodĆ³ en Sos del Rey CatĆ³lico su pelĆcula La Vaquilla. En el 2009 y con motivo del 25 aniversario del rodaje se colocaron distribuidas por el pueblo un conjunto de esculturas en bronce del escultor JosĆ© Luis FernĆ”ndez que representan las sillas que utilizan los directores de cine y que se distribuyeron por algunos de los lugares que fueron escenario de la pelĆcula.
Mientras contemplo la escultura de Berlanga pienso en algunas de las maravillosas pelĆculas que rodĆ³ como "El verdugo" o "Bienvenido Mr. Marshall", aunque mi favorita con mucho es PlĆ”cido rodada en 1961.
Y tras la visita a Sos del Rey CatĆ³lico, recorremos los 57 Km que nos separan de Pamplona y llegamos a esta localidad al caer la tarde.
El Hotel Maissonave donde tenemos reservada la habitaciĆ³n estĆ” en la Calle Nueva 20, en pleno casco antiguo lo cual me parece un verdadero privilegio si se tiene en cuenta que vamos a pasar apenas unas horas en Pamplona. La habitaciĆ³n no es muy grande pero suficiente par pasar una noche y el personal del hotel no puede ser mas atento y amable.
El edificio del Ayuntamiento en la Plaza Consistorial en el que cada 6 de Julio a las 12 h. se lanza "el chupinazo" que da comienzo a las fiestas de San FermĆn |
Aprovecho que he dejado a Cooper en la habitaciĆ³n para ir hasta la catedral y visitar su interior donde hay una preciosa sillerĆa y la tumba de alabastro de Carlos III el Noble y la reina Leonor, y poco despuĆ©s volvemos a recoger a Cooper al hotel para dar un paseo por las calles de San Gregorio y San NicolĆ”s donde se concentran un gran nĆŗmero de bares donde cenamos a base de pinchos.
Catedral de Santa MarĆa la Real |
Palacio de Navarra. |
El paseo me resulta delicioso; es un placer deambular cĆ”mara en mano descubriendo rincones aquĆ y allĆ” con Cooper suelto y extraƱamente obediente durante todo el tiempo, salvo en determinades calles como la Calle de la Estafeta de una longitud de 300 metros y famosa por ser una por la que discurre el Encierro de San FermĆn, en la que me vi obligada a atarlo para convencerlo de la necesidad de salir de allĆ porque como me advirtiĆ³ una turista nortemericana habĆa un montĆ³n de cristales rotos. Y es que daba la impresiĆ³n de que por algunas calles habĆan pasado una horda de suevos, vĆ”ndalos y alanos destruyendo todo a su paso...
Aprovecho tan prudente recomendaciĆ³n para dirigirme a la Plaza del Castillo para buscar un sitio donde desayunar. La plaza es el centro neurĆ”lgico de la vida de Pamplona hasta el punto de que los pamploneses se refieren a ella como El Cuarto de Estar.
Uno de sus clientes mĆ”s ilustres fue el escritor y periodista norteamericano, Ernest Hemingway (1899/1961). El escritor, quien recibiĆ³ en 1954 el Premio Nobel, viajĆ³ en nueve ocasiones a Pamplona, la primera vez en 1923 y contribuyĆ³ a la difusiĆ³n de la Fiestas de San FermĆn gracias a su novela "Fiesta" en el que narra los Sanfermines con detalle pues los personajes de la novela hacen un viaje por Francia y EspaƱa donde asisten a dicha fiesta.
Desde la mesa donde estoy tomando el desayuno veo el cartel del RincĆ³n de Hemingway, un espacio contiguo al CafĆ© de IruƱa y perteneciente al mismo, que constituye un homenaje a la figura del escritor por su colaboraciĆ³n en la difusiĆ³n internacional de este cafĆ© y cuyas paredes estĆ”n llenas de fotos del novelista y una escultura de 185 cm. que representa al escritor apoyado en la barra.
Mientras desayuno pienso en las novelas que leĆ de Ć©l, en la antipatĆa que siento por el personaje y en "AdiĆ³s Hemingway", el estupendo libro que escribiĆ³ Leonardo Padura y que me dedicĆ³ cuando me acerquĆ© a saludarlo en la Semana Negra de GijĆ³n, una dedicatoria que me hizo mucha ilusiĆ³n y que empieza Para la buena amiga Covadonga, la mujer que ama a los perros… ( El libro mĆ”s famoso de Padura se titula "El hombre que amaba a los perros"). Mientras tanto, Cooper, como es habitual, vive ajeno a estos pensamientos y sĆ³lo tiene fija la mirada en mi tostada que de vez en cuando comparto con Ć©l.
Empiezo a pensar en el regreso al hotel pues en un rato tendremos que salir de viaje para Madrid pero todavĆa sigo callejeando un rato mĆ”s y acabo recorriendo la Calle Mayor hasta llegar a la Iglesia de San Lorenzo de la cual el elemento arquitectĆ³nico mĆ”s importante es la capilla de San FermĆn donde se encuentra casi todo el aƱo el santo.
Justo enfrente se encuentra y el Parque de la Taconera un parque de grandes dimensiones con un foso con animales, ciervos, faisanes, pavos reales..
De buena gana prolongarĆa un poco mĆ”s mi deambular por Pamplona, aunque sĆ³lo sea para acercarme hasta el rĆo Arga, pero la prudencia se impone pues mi amiga tiene que llegar a Madrid a tiempo para coger el Ave que la llevarĆ” a MĆ”laga donde vive y trabaja, asĆ es que regreso al hotel para recoger las maletas y salir para Madrid. En el camino de regreso vuelvo a pensar en Hemingway y en su obra y me viene a la memoria una frase de Ć©l que siempre me hizo mucha gracia: "Se necesitan dos aƱos para aprender hablar y sesenta para aprender a callar". Me temo que yo todavĆa estoy en fase de aprendizaje…
Hotel Maisonnave.
Calle Nueva, 20. Pamplona.
TelƩfono: 948 222 600
http://www.hotelmaisonnave.es/
Otros hoteles que admiten perro en Pamplona:
Hotel Yoldi.
San Ignacio, 11.
TelƩfono: 948 224 800
http://www.hotelyoldi.com/index.php/es/
Pamplona Catedral Hotel.
Dos de Mayo, 4.
TelƩfono: 948 226 888
http://www.pamplonacatedralhotel.com/
Y en Sos del Rey CatĆ³lico :
Apartamentos La Luna
Calle Luna, nĀŗ. 8
http://www.lalunaapartamentos.com/
2 comentarios
Soy una lectora empedernida de novela negra, a ser posible buena!, y despuĆ©s de leer este magnĆfico post me quedan ganas de conocer la obra de Padura. LlegĆ³ a mis manos el del hombre que amaba a los perros pero no me apeteciĆ³, ahora lo retomarĆ© y tambiĆ©n el de Hemingway. TendrĆas que empezar un blog sobre literatura... sĆ© que es tambiĆ©n tu fuerte!! Enhorabuena por ese perro que intuyo como un verdadero encanto!! y un besazo para ti
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