Viajes con mi perro

Hospedería Señorio de Briñas. Briñas (La Rioja)


Era una noche oscura, sin estrellas, aunque apacible y con una agradable temperatura y allí estaba yo con Cooper en la pradera que hay frente a la Hospedería Señorío de Briñas para que cumpliese con una urgencia fisiológica...

Habíamos estado por la tarde visitando Frías un pueblo situado al Norte de Burgos en la comarca de las Merindades y fue allí donde me di cuenta de que se había puesto malito y que con toda probabilidad me iba a despertar por la noche. Así es que cuanto llegué al hotel se lo comenté a la persona que me atendió en recepción, una chica encantadora, quien me dijo que no me preocupase porque ella iba a estar despierta toda la noche y se encargaría de abrirme la puerta en caso necesario..Y así lo hizo a las 4,30 de la mañana.. Recuerdo que en cuanto volví a meterme en la cama la campana del pueblo dio 5 campanadas y casi inmediatamente me quedé dormida.

Cooper posa para mí en el jardín de la Hospedería Señorío de Briñas.
A la mañana siguiente bajé a desayunar para reunirme con el resto de amigos con los que había organizado el viaje. El desayuno abundante y variado me pareció estupendo.

En realidad todo el hotel nos encantó; está ubicado en un bonito palacio del S.XVII con una decoración muy cuidada resultando todo el espacio muy acogedor. Mi habitación era enorme, también el cuarto de baño, y la verdad es que sentí disfrutarlo tan poco tiempo. El precio del hotel incluye una visita guiada a una bodega aunque nosotros preferimos dar un paseo a nuestro aire por Briñas.

Nuestro viaje había comenzado la mañana del día anterior, el viernes del 19 de Octubre en el que Cooper y yo habíamos salido de Madrid en el coche de una amiga. Habíamos quedado en citarnos con el resto del grupo en Haro, capital de la Rioja Alta que está a tan solo 5 Km. de Briñas, pero como llevábamos un poco de adelanto al resto del grupo, mi amiga y yo decidimos acercarnos a conocer Frías, una bella ciudad medieval aislada sobre un cerro y situada en la comarca de las Merindades al norte de Burgos. (Las Merindades eran territorios cuya máxima autoridad era un merino con capacidad para impartir justicia)



Nada más atravesar el puente sobre el río Ebro aparcamos el coche y nos dimos un paseo por las empinadas y estrechas calles de la ciudad hasta llegar al Castillo de los Velasco y la Iglesia parroquial de San Vicente.


De la primitiva construcción románica de esta iglesia sólo quedan restos, pues tras la caída de su torre en 1904, se levantó una nueva. A raíz de este hecho la portada principal de esta iglesia se exhibe en el Museo de los Claustros de Nueva York.

Casas colgantes de Frías.


Para visitar el castillo hay que sacar un ticket en la Oficina de Información y Turismo donde se nos informó que Cooper no podía entrar, así es que le dije a la chica que nos atendió que además de amable era amante de los perros, si podía dejarlo atado frente a la puerta acristalada de la oficina, para que me lo vigilase un momento mientras realizaba la visita.


La vista sobre Frías desde los tres ventanales de sus muros es preciosa.

Cooper esperándome frente a la oficina de Información y Turismo.
Al concluir la visita al castillo, nos fuimos a recoger el coche para dirigirnos a Haro declarada Conjunto Histórico Artístico en 1975, siendo la población más importante de la denominada Rioja Alta. Como es bien sabido, su actividad económica se centra principalmente en la viticultura y elaboración de vinos y el turismo nacido alrededor del mundo del vino.

El embalse de Sobrón.
El camino hacia Haro es precioso y la luz del atardecer no hacía sino embellecerlo aún más. En nuestro viaje hacia esa localidad hicimos un tramo de la carretera al lado del embalse del Sobrón. En la cola del embalse se encuentra la Central Nuclear de Sta. María de Garoña así es que el embalse, propiedad de Iberdrola, además de servir para la producción hidroeléctrica sirve de refrigeración de la central. Está permitida la pesca, navegación y baños. En la Hoz del Sobrón anidan buitres comunes.


Cuando llegamos a Haro nuestros amigos ya estaban esperándonos..ya se había hecho de noche así es que nos dirigimos a la Plaza de la Paz y de ahí caminamos por una de las calles peatonales y estrechas que rodean la plaza hasta llegar a la Iglesia de Santo Tomás construida entre los siglos XVI a XVIII por lo que muestra diferentes estilos. La torre es de estilo barroco siendo la primera de este estilo que se construyó en la Rioja. La portada principal es de estilo plateresco obra de Felipe Vigarny, uno de los más importantes escultores del Renacimiento español, maestro de escultura y talla de la Catedral de Burgos.

Caminando por la calle Santo Tomás. Al fondo la torre de la iglesia del mismo nombre.
Iglesia de Santo Tomás.
Después nos sentamos a tapear en uno de los innumerables bares que pueblan las calles que rodean la plaza. Elegimos una mesa cerca de la puerta para que nos permitiesen entrar con Cooper. En el televisor del bar estaban dando las noticias, precisamente las noticias sobre el temporal de viento y lluvia en Navarra y las consiguientes inundaciones, que constituyó al principio del viaje uno de los motivos de desencuentro en el grupo.

Y es que el viaje que habíamos planeado inicialmente era precisamente a Navarra, exactamente a un pueblo llamado Uriz donde teníamos reservadas habitaciones en el Hotel Torre de Uriz (http://www.hoteltorredeuriz.com/) donde pensábamos pasar dos noches para desde allí visitar Roncesvalles, Ochagavía, Saint Jean Pied de Port en Francia y sobre todo la Selva de Irati uno de los hayedos más extensos de Europa.(http://www.selvadeirati.com/)

La parada en Briñas se había planeado para no hacer tantos kilómetros en un día, pero ocurrió que apenas 24h antes de hacer el viaje, Navarra entró en alerta meteorológica por fuertes lluvias y viento, por lo que algunos del grupo, entre los que me encontraba, empezamos a considerar una temeridad el hacer el viaje hasta Uriz, mientras otra parte del grupo me acusaron de catastrofista hasta el punto que decidieron seguir el viaje por su cuenta.

Al menos en lo que si nos pusimos de acuerdo desde el primer momento fue en que ese viernes 19, tras la cena en Haro, íbamos a dormir en el hotel Hospedería Señorio de Briñas y a la mañana siguiente tras el desayuno y un paseo por el pueblo acercarnos primero a Elciego y después a Laguardia, pertenecientes ambas localidades a la denominada Rioja Alavesa.

Así es que el sábado 20 tras el desayuno nos dimos el proyectado paseo por Briñas.

Primero seguimos las indicaciones de un letrero que ponía Mirador del Ebro desde donde se contempla una bella imagen sobre el Ebro con todos los campos de vides al fondo.

Vista desde el Mirador del Ebro. A la izquierda la torre de la iglesia de la Asunción.



Briñas nos sorprendió por lo cuidado y limpio, con bonitas casas de piedra, y con una situación estupenda pues está a tan solo 5 Km de Haro, y a unos 23 de Laguardia y del Elciego. Cuenta con apenas 250 habitantes.


Callejeamos sin rumbo por sus calles y tras pasar por delante de la Iglesia de la Asunción acabamos en la calle San Marcelo.


Allí me topé con un vendimiador que estaba descargando uvas de una carretilla. Le pedí permiso para hacerle unas fotos lo que propició que se estableciese una conversación espontánea con el dueño o encargado de la bodega, que resultó ser la Bodega de E. Domínguez Fernández quien amablemente nos enseñó la bodega y nos dio un curso acelerado de cata de vinos.


A esta altura de la mañana ya estaba lloviendo con cierta intensidad, pero cuando llegamos a Elciego para conocer el Hotel Marqués de Riscal (http://www.hotel-marquesderiscal.com/) diseñado por el norteamericano Fran Gerhy, anexo a las bodegas del mismo nombre, llovía copiosamente y no dejó de hacerlo durante el resto del día.


Nos permitieron entrar a tomar un café a la cafetería del hotel; naturalmente sin el perro, así es que lo dejé un momento en el coche y tras las fotos de rigor fui a recogerlo.



Ya  de nuevo en compañía de Cooper, y mientras esperaba a mis amigos, charlé un rato con el guarda que custodiaba la entrada al hotel, quien me comentó entre otras muchas cosas que el restaurante del hotel tiene una estrella Michelín.

También me comentó que había por la zona más bodegas con arquitectura de vanguardia y cuando llegué a Madrid me informé de que efectivamente por la zona están"desde las Bodegas Campo Viejo en Logroño premio Best of International de Turismo del vino 2003 en arquitectura a las de Regalía de Ollauri que obtuvieron ese galardón en 2007 pasando por la nueva Bodega de Ysios en Laguardia diseñado por Santiago Calatrava".



Vista de las vides del Marqué de Riscal desde la cafetería con el logo del hotel sobre el cristal.
A esta altura del viaje los disidentes del grupo ya se habían convencido hacía tiempo que era una temeridad irse a Navarra, así es que decidieron finalmente acompañarnos el resto del viaje…

Nuestro próximo destino era Laguardia, una localidad del sur de la provincia de Alava en la denominada comarca de la Rioja Alavesa. Está rodeada por una muralla en la que todavía se conservan cinco puertas de acceso a la ciudad. Nosotros entramos por una llamada Páganos y desde allí paseamos por sus calles estrechas con sabor medieval.

La economía de Laguardia gira alrededor del vino por lo que se denomina la capital del vino. Su subsuelo está horadado por numerosas cuevas utilizadas como bodegas.




Plaza Mayor de Laguardia.
Mis amigos decidieron entrar a comer a un restaurante situado en la Calle Mayor, pero yo preferí quedarme en la entrada del mismo y comer en el bar a base de pinxtos. La verdad es que cuando estoy de viaje no me gusta hacer comidas copiosas de esas que me dejan fuera de combate y además me encanta cuando estoy en el País Vasco disfrutar de los pinxtos que en la mayor parte de los sitios son de alto nivel. De este modo, además, Cooper pudo acompañarme. En cuanto a los pintxos sin comentarios.. ¡qué delicia!!..el bar tenía carteles que indicaban que habían ganado en años anteriores premios al mejor pintxo, lamentablemente no recuerdo el nombre del restaurante.


Cooper frente al templete con el busto dedicado a Samaniego.
Como terminé de comer antes que ellos me senté un rato en la plaza Mayor protegida de la lluvia bajo los soportales y después salí extramuros para dar un paseo por el denominado Paseo del Collado. Quizás porque fue uno de los escasos momentos en los que dejó de llover, disfruté enormemente del paseo. El lugar me pareció precioso, apenas había gente y me sentí muy a gusto como siempre que paseo con Cooper por un paisaje verde (probablemente a causa del gen asturiano). Nuestro paseo terminó en un templete dedicado a Samaniego el escritor de fábulas (1745-1801) por lo que deduje acertadamente que Laguardia había sido su lugar de nacimiento. (La casa palaciega del S.XVI en la que nació está ocupada en la actualidad por la Oficina de Información y Turismo)


Cuando estaba regresando un señor con el que me crucé en el paseo, me comentó que estaba prohibido el pasear con perro por esa zona, así es que salí a toda prisa para reunirme con mis amigos y ya de nuevo con ellos nos acercamos a visitar Santo Domingo de la Calzada que iba a ser nuestra última visita de aquel día.

Esta localidad del Camino de Santiago debe su nombre al santo del S.XI que construyó puentes y calzadas para los peregrinos, además de un hospital para atender a los viajeros enfermos, convertido en Parador de Turismo en 1965, situado al lado de la catedral.

 Parador.
Nosotros aparcamos en uno de los dos paradores que para mi sorpresa hay en Santo Domingo de la Calzada. Y es que además del ya citado que fue antiguo Hospital de Peregrinos hay otro en el Convento de San Francisco de estilo herreriano y que tiene otra parte destinada a taller diocesiano de restauración de obras de arte y una última a residencia de personas mayores.


Cooper esperando a que haga las fotos del claustro del Parador.
Desde ahí fuimos andando hasta la Plaza del Santo donde se encuentra la catedral con su torre exenta.



La Catedral de Santo Domingo de la Calzada tiene aún la cabecera original románica pero el resto es de estilo barroco incluida la torre exenta, separada por tanto del resto del edificio, y que tiene 70 metros de altura; puede visitarse, supongo que la vista será muy bonita. En el interior de la catedral se encuentra el sepulcro del santo y una jaula con un gallo y una gallina vivos en recuerdo de su milagro más famoso: el de la gallina que cantó asada.

Virgen de la Plaza.
Yo me quedé con Cooper fuera y mientras mis amigos visitaban su interior. Con él me acerqué a visitar un edificio del S.XVI y fachada barroca, situado frente a la catedral, en cuyo interior se encuentra un retablo presidido por la imagen con niño de Nuestra Señora de la Virgen de la Plaza patrona de Santo Domingo de la Calzada. Sale en procesión junto a la imagen de Santo Domingo cada 18 de Septiembre.

Después me senté en un banco frente a la catedral a esperar a mis amigos. Cooper se tumbó a mis pies. No sé por qué tengo un recuerdo de lo más apacible del tiempo que estuve esperándoles. Recuerdo que empecé a pensar en lo mal que sabíamos vivir la mayor parte del tiempo, en como  a menudo convertíamos nuestra vida en un correr de un lado a a otro sin saber muy bien detrás de qué y para qué, en como convertíamos hasta nuestro ocio en algo desasosegante, en como creíamos que se vivía más cuantas más experiencias teníamos y en como empezaba yo ahora a comprender que quizás el secreto esté en darle profundidad a lo vivido, por trivial que aparentemente sea, en saber estar tranquilo y mirar.

Y recordé aquel prefacio a una antología de poemas de Dylan Thomas que leí hace tiempo y que tanto me gusta.("De ordinario atravesamos la existencia como aletargados o por entre la niebla, no logrando despertar y percibir y sin llegar a comprender, a pesar de las sorpresas, que tendríamos que estar más alerta y en todo momento preparados; nos acostumbramos a vivir como el guerrero se acostumbra al peligro, y sólo de cuando en cuando nos damos cuenta de que el hecho de existir es en sí mismo el don más extraordinario. Es el milagro que no olvidan los santos y poetas, y esta es la característica fundamental que les separa de los demás hombres. Ellos sólo constituyen aquella raza aparte para quienes vivir no es hacer un viaje subterráneo, y, como resultado de esta experiencia sus obras y su recuerdo dejan un rayo de luz).

No sé cuanto tiempo transcurrió...Sé que dejé de pensar y que simplemente me concentré en el sonido que hacía el agua que caía de una canalón cercano. Luego se acercó a nosotros una chica que era una guía de Turismo que se interesó por Cooper y su raza pues me dijo que quería comprarse un golden, le hablé de la página www.todogolden.com y después nos despedimos.



Y enseguida llegaron mis amigos y nos fuimos a recoger los coches para dirigirnos a Villaldemiro. Y es que dado que el plan de Navarra se había tornado impracticable, uno de los integrantes del grupo nos había ofrecido pasar las tres noches siguientes en una casa que su familia posee en ese pueblo de la provincia de Burgos, de apenas unos 50 habitantes.

Iglesia de Villaldemiro.
Todos aceptamos encantados pues la situación del pueblo era perfecta para desde allí acercarnos a conocer Burgos y Vitoria, así es que nos dirigimos allí a dormir. Cooper se mostró encantado en la casa.

A la mañana siguiente, durante el desayuno y sin uno de los componentes del grupo que había regresado a Madrid a trabajar, se organizó la visita guiada al Yacimiento de Atapuerca. Como es natural no está permitida la entrada con perro así es que decidimos dejar a Cooper en la casa con el dueño de la casa que no iba a realizar la visita y después llevarlo él en su coche para encontrarnos todos en Burgos que está a 32Km. de Villaldemiro.


Antes de irnos para Atapuerca, salí apresuradamente a dar un paseo con Cooper por el campo para dejarlo cansado.


Caminé en compañía del propietario de la casa y Cooper, por los alrededores de Villalmiro y me gustó tanto el paseo que regresé a la casa sintiéndome un tanto forzada a la excursión arqueológica. Sin embargo no tardé en agradecerle a la amiga que me insistió para que fuese, pues la visita guiada fue muy amena e interesante, ya que el guía era uno de los arqueólogos que participa en las excavaciones.

Primero nos acercamos en coche hasta el Centro de Recepción de Visitantes de Atapuerca (http://www.museoevolucionhumana.com/~museoevo/es/atapuerca/crv/centro-de-recepcion-de-visitantes-atapuerca) donde cogimos las entradas que habíamos reservado telefónicamente y tras aparcar el coche en el parking, nos fuimos en el autobús con el resto de visitantes y el chico que iba a ser nuestro guía hasta el yacimiento propiamente dicho. Fue al llegar allí que me di cuenta que con las prisas me había dejado la máquina de fotos así es que no pude hacer ninguna.Tampoco en Burgos a donde nos dirigimos directamente tras la visita y donde quedamos de encontrarnos con el amigo que se había quedado con Cooper.

Dejamos el coche en un parking, paseamos por delante del Paseo del Espolón que estaba precioso y nos encontramos de nuevo todos en la Plaza Mayor y desde ahí dimos un paseo por las calles adyacentes buscando de paso un sitio para comer.

Mis amigos se fueron a un restaurante mientras yo elegí una cafetería que se encuentra en la Plaza Mayor y que al estar acristalada me permitía no perder de vista a Cooper ni un momento.Nada más entrar salió el dueño, encantador, para ofrecerme que lo dejase en un sitio también acristalado pero más cerca aún de la mesa, le agradecí enormemente su amabilidad que se tradujo en traerle también agua a Cooper. Me comentó que él tenía dos perros lo que supongo explica sus atenciones.

Tras la comida me reuní de nuevo con mis amigos y nos dirigimos a la Plaza de San Fernando donde se encuentra la oficina de Información y Turismo.

Sentada en un banco de dicha plaza no sólo pude contemplar con calma la catedral, sino observar que la persona que me atendió hace meses cuando llamé al Hotel Mesón del Cid (http://www.mesondelcid.es/) para confirmar si admitían perros, no exageró ni un ápice al afirmar que el hotel estaba al lado de la catedral.. pues  desde el banco que estaba sentada pude observar que  está prácticamente pegado a la misma, exactamente en la Plaza Santa Maria, 8.

Además del Hotel Mesón del Cid, sé que admiten perros también en el Hotel la Abadía de Burgos (http://www.hotelabadiaburgos.com/?gclid=CIemzPjzobMCFYXLtAod_TUAdw), pues pertenece a los mismos dueños del Hotel de Covarrubias donde estuve con Cooper hace tiempo.

Ya comenté más arriba que ese día debido a las prisas por llegar a la visita guiada de Atapuerca me había olvidado la máquina de fotos en la casa de Villaldemiro, no lo lamenté demasiado en el transcurso del día hasta el momento en que vi pasar un grupo de monjas, lo que me pareció un motivo de lo más fotogénico. Por esa razón le pedí a un integrante del grupo que les hiciese una foto y salió esta tan bonita  que le agradezco y que lamento no haber hecho yo...

Burgos (el edificio del fondo a la izquierda es el  Hotel Mesón del Cid)
Mientras Cooper subió al castillo con parte del grupo yo visité el interior de la catedral con el resto, después nos volvimos en coche para Villaldemiro, no sin antes dejar en la estación de autobuses a otro de nuestros amigos que tenía que regresar a Madrid. De este modo el grupo quedó reducido a cuatro personas.


Y así llegamos al lunes 22  en que teníamos proyectado visitar Vitoria. Así es que tras mi acostumbrado paseo por el campo con Cooper recorrimos los 147 Kms. que separan Villaldemiro de Vitoria llegando a dicha ciudad sobre las 13h.

De Vitoria, sede del gobierno vasco, me gustó todo. También el silencio y la tranquilidad que se respira en sus calles y los muchos espacios verdes (fue elegida Capital Verde Europea del 2012). Después de pasar unas horas allí, se entiende que siempre salga elegida como una de las ciudades mejores para vivir de España.


El corazón del casco antiguo es la Plaza de la Virgen Blanca rodeada de casas antiguas con miradores y donde se alza un monumento a la batalla en la que el duque de Wellington derrotó a los franceses en 1813. Sobre la plaza está La Iglesia gótica de San Miguel que tiene en el exterior una hornacina que contiene la imagen de la Virgen Blanca, cuyas fiestas comienzan el 4 de Agosto y que es la patrona de la ciudad. En un lateral de la iglesia se haya la plaza del Machete donde se ajusticiaban a los prisioneros en el medievo.


Vitoria tiene dos catedrales. Nosotras aparcamos el coche en un parking pegado a la catedral nueva, la Catedral de Maria Inmaculada, y tras tomar un café en la terraza de un bar de la plaza de la Virgen Blanca iniciamos nuestro paseo por el casco medieval atravesando la Plaza de España donde está la Oficina de Información y Turismo.

 La Plaza de España.


Tomamos la Calle Cuchillería donde se encuentra el Palacio de Bendaña sede del Museo de los naipes Fournier hasta llegar a la Catedral vieja de Santa María, de la que desagraciadamente no pudimos ver nada pues estaba literalmente cubierta por andamios.

El Portalón.
Muy cerca, en la Calle Correría, está el Portalón una hospedería del S.XV donde en la actualidad hay un restaurante con el mismo nombre.

Y un poco más adelante una de las dos rampas mecánica que hay en Vitoria para salvar el desnivel en el casco antiguo. Ambas están protegidas por unos arcos irregulares de acero inoxidable que sujetan unos cristales protectores. Funcionan las 24h y por la noche están iluminadas.

La que vimos nosotras une el Palacio de Montehermoso con la Iglesia de San Pedro Apóstol considerado uno de los más bellos templos góticos del norte de España. Desafortunadamente estaba cerrada y no pudimos visitar su interior.



Rampa mecánica.
Así es que seguimos caminando en busca de un sitio que nos habían recomendado para comer llamado La Malquerida (http://www.lamalquerida.com.es/carta.asp). Ese día, por fin, hacía un tiempo soleado así es que se estuvimos muy a gusto comiendo en la terraza.

Estatua de Ignacio Aldecoa en el parque de La Florida.
Tras la comida dimos un paseo por El Parque de la Florida que estaba sencillamente maravilloso con una luz otoñal preciosa.


Durante este paseo descubrí que el Hotel NH Canciller Ayala(http://www.nh-hoteles.es/nh/es/hoteles/espana/vitoria/nh-canciller-ayala.html) que admite perros, está ubicado justo enfrente de este parque. Además de admitir perros tiene una situación privilegiada.



Continuamos nuestro camino por el denominado Paseo de la Senda que sale del Parque de la Florida y continuamos por el Paseo Fray Francisco de Vitoria hasta llegar el número 5, donde se encuentra el Palacio de Ajuria Enea, sede desde 1980 del Lendakari de la comunidad autónoma del País Vasco.

Palacio de Ajuria Enea.


Finalmente volvimos a la plaza de la Virgen Blanca a tomar otro café y tras comprar varias verduras para nuestra cena, entre ellas los deliciosos pimientos de Guernika, regresamos a Villaldemiro.

Y de esta manera nos situamos en el martes 23 que era el día de nuestro regreso. Cooper y yo volvimos en el coche de la amiga que nos llevó en el viaje de ida; cuando ya estábamos cerca de Madrid decidimos desviarnos a Montejo de la Sierra; hacía un día precioso lo que justificaba el desvío, pero yo creo que en el fondo deseábamos compensarnos un poco por no haber podido llegar hasta la Selva de Irati y no haber podido, por tanto, disfrutar del espectáculo de la naturaleza en otoño.

Montejo de la Sierra integra junto con La Hiruela, Horcajuelo de la Sierra, Prádena del Ricón y Puebla de la Sierra la denominada Sierra del Rincón que fue declarada Reserva de la Biosfera en 2005.(www.sierradelrincon.org)

Lo que nos apetecía sobre todo era ver el Hayedo de Montejo. Aunque sabíamos que había que pedir un pase teníamos la esperanza de disfrutar del colorido de los árboles desde fuera. Así es que dimos un paseo por una pista desde la que se puede divisarlo aunque todavía no estaba muy avanzado el otoño, por lo que las hojas de las hayas no habían virado todavía a los colores típicamente otoñales.

Tras el paseo, improvisamos un picnic con algo de comida que llevábamos en el coche, en una pradera muy bonita, cerca del río Jarama. Ni que decir tiene que lo primero que hizo Cooper en cuanto vio el río fue darse un baño. Y mientras lo contemplaba meterse en el agua pensé en que era imperdonable que no hubiese leído nunca El Jarama, la novela de Rafael Sánchez Ferlosio, premio Nadal en 1955, y cuya acción transcurre a lo largo de 16 horas, precisamente frente a este río, en un caluroso día de verano.




Después de comer iniciamos el regreso a Madrid. Ya en casa y cuando estaba deshaciendo las maletas que me di cuenta de ¡¡¡un olvido imperdonable!!! En Vitoria, se me había olvidado buscar la confitería donde venden los¡¡¡ Polvorones Felipe II!!!.

Son muchos los internautas que muestran su entusiasmo por esta delicia.. copio aquí uno de los comentarios que me hizo más gracia. En cualquier caso, no hay mal que por bien no venga: ¡Ya tengo otro motivo más para volver a Vitoria!!!

"La Navidad además de verte en el brete de tener que desear unas felices pascuas al panadero, frutero, carnicero, pescadero, el que te viene a leer el contador del gas, los que reparten publicidad, compañeros de trabajo, del equipo de futbito, de la coral, de las congregación, también tiene alguna cosa positiva.
Para mi la Navidad son los polvorones Felipe II, que espero de año en año, con palpitaciones pre-polvorón. He comido polvorones bastantes, de muchas marcas diferentes pero como los Felipe II ninguno. Es una delicia, un éxtasis, una experiencia inenarrable.
Acabo de meterme ahora unos cuantos para el cuerpo y me relamo regurgitando su aroma y sabor, pero antes de dormirme definitivamente me he decidido a escanear el envoltorio del polvorón. Cada uno de ellos va envuelto en su papel, con una pegatina que indica que están hechos a mano, con su nº de lote.
Si tienen oportunidad pregunten por los polvorones Felipe II, no se arrepentirán.
El precio eso sí, no está nada mal. En Logroño los venden a 22 euros el kilo. En medio kilo entran una docena, así que vienen a salir casi a doscientas pesetas el polvorón. Que yo sepa, los venden en la Calle Gonzalo de Berceo, en la pastelería Guirlache, y en García Morato, en la tienda del Gourmet."


Viernes 19 de Octubre:
Hotel Hospedería Señorío de Briñas (.http://www.hotelesconencantodelarioja.com/Teléfono: 941 304224
Cobran suplemento por el perro.


Sábado 20 de Octubre:
Hotel Marqués de Riscal (http://www.hotel-marquesderiscal.com/).Teléfonos 945 180880/ 945 606000

Domingo 21 de Octubre:
Centro de recepción de visitantes de Atapuerca:
http://www.museoevolucionhumana.com/~museoevo/es/atapuerca/crv/centro-de-recepcion-de-visitantes-atapuerca
Burgos:
Hotel Mesón del Cidhttp://www.mesondelcid.es/. Teléfono: 947 208715.
Hotel Abadía, Camino de Santiago.(http://www.hotelabadiaburgos.com/?gclid=CIemzPjzobMCFYXLtAod_TUAdw)Teléfono 947 040404.
Restaurante Casino: http://burgos.salir.com/cafeteria_restaurante_casino_plaza_mayor_31

Lunes 22 de Octubre:
Vitoria:
http://www.lamalquerida.com.es/carta.asp
Hotel Canciller Ayala.http://www.nh-hoteles.es/nh/es/hoteles/espana/vitoria/nh-canciller-ayala.html. Teléfono: 945 130000. No cobran suplemento por el perro.


0 comentarios

Viajes con mi perro